Miliband presiona a los 'tories' por el escándalo del ministro Cable

Ed Miliband ha pedido a su partido que se olvide de los liberales demócratas en sus críticas al Gobierno y se centre en David Cameron y los conservadores. Sin embargo, el plato ofrecido por el socio minoritario de la coalición es demasiado sabroso para desperdiciarlo.

El líder laborista reclamó ayer la dimisión del ministro de Empresas, el liberal Vince Cable, por haber revelado en una conversación privada grabada por periodistas que está inmerso en una guerra contra el magnate de la prensa Rupert Murdoch. Es algo más que una opinión personal. Cable era el encargado de decidir si la OPA de Murdoch sobre el conjunto de la empresa televisiva BSkyB suponía un daño a la competencia entre empresas.

A cambio de salvar el cargo, Cable se ha visto obligado a ceder las competencias sobre medios de comunicación al ministro de Cultura, el conservador Jeremy Hunt.

Es otro flanco abierto para los laboristas. Cuando no sabía que al final tendría que ocuparse del tema, Hunt no escatimaba elogios hacia Murdoch, al que consideraba la persona que más ha hecho por dar capacidad de elección a la programación televisiva del país.