Este artículo se publicó hace 12 años.
Un millón y medio de sirios necesitan ayuda humanitaria, según Cruz Roja
Las fuerzas del régimen bombardean hoy Homs en una nueva ofensiva que ha llevado a la oposición siria a pedir una intervención urgente de Naciones Unidas
El conflicto abierto en Siria entre el movimiento opositor y el régimen de Asad se recrudece en un camino que va directo a una guerra civil "inminente y real", como ha reconocido el propio Ban Ki-moon. En mitad de los bandos enfrentados, se encuentra una población civil inocente que está sufriendo la represión indiscriminada del régimen y el deterioro económico y social que está viviendo el país. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha anunciado hoy que el número de personas que deciden ayuda humanitaria asciende a un millón y medio, "una cifra que sigue aumentando día a día", afirmó en una rueda de prensa el portavoz del CICR, Hicham Hassan. Esta cifra se añade a las funestas listas de 11.000 muertos, 200.000 desplazados y 78.000 refugiados en los países vecinos, según las cifras facilitadas por Naciones Unidas.
Mientras tanto, el coordinador de los opositores Comités de Coordinación Local en Homs, Saleem Kabani, explicó que las fuerzas de Asad han atacado los barrios Al Qusor, Al Jalediya, Al Hamdiya y Al Qarabis de esta ciudad, uno de los principales feudos opositores. Otras localidades de los alrededores están siendo bombardeadas también con armamento pesado como proyectiles de mortero, helicópteros de guerra y tanques
Ante esta situación, el Consejo Nacional Sirio (CNS), la mayor agrupación de la oposición siria, pidió hoy "una intervención urgente de las Naciones Unidas y del Consejo de Seguridad para frenar la ofensiva". Además, instó en un comunicado a los observadores internacionales desplegados en Siria que se desplacen a esa región y mantengan una presencia permanente para evitar nuevas masacres.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) reiteró la cifra anunciada el pasado marzo de que el número de personas que necesitan ayuda humanitaria asciende a un millón, un número menor al que ha dado la Cruz Roja. Ante esta diferencia, Hassan explicó que el número de desplazados es muy difícil de determinar porque "muchos se han refugiado en casas de amigos o familiares, aunque muchos otros malviven en escuelas, mezquitas o iglesias".
Hassan calificó la situación como "muy tensa" con combates en zonas rurales de Idlib, Damasco, Hama y Aleppo, y en barrios de Deraa y Latakia, y distintos lugares del sudeste y noreste del país, "lo que provoca que haya continuos desplazamientos de personas". De esta forma, "en algunos lugares las personas no pueden ni obtener pan", afirmó y señaló que los equipos sobre el terreno han detectado en los últimos días la creciente ausencia de "servicios médicos esenciales".
La oposición pide "una intervención urgente de las Naciones Unidas"
Respecto al conflicto, reiteró que los enfrentamientos se producen "en muchas áreas rurales y en barrios determinados de algunas ciudades, por lo que muchos civiles se trasladan de barrio a barrio huyendo de las batallas". En este escenario, la Cruz Roja puede moverse con toda libertad "casi por todo el territorio" sin muchas limitaciones, algo que no consigue la Misión de Supervisión de la ONU en Siria (UNMIS), a cuyos observadores se impidió ayer acceder a la localidad de Al Qubeir, donde la víspera se produjo una masacre.
Los 300 observadores -desarmados- de la ONU deberían tener acceso total a todo el territorio, según se establece en el plan de paz del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, una mediación que hasta la fecha no ha obtenido resultados dado que la principal premisa, el alto el fuego, no se ha producido en el mes y medio que teóricamente lleva en vigor.
Aumenta la presión internacionalAnte las dificultades que está encontrando la misión de Naciones Unidas, Kofi Annan ha reconocido hoy que estudia crear un grupo de contacto que prepare una hoja de ruta aceptable para el Gobierno de Damasco y la oposición siria para evitar la explosión de un conflicto de "consecuencias desastrosas". Este grupo "incluiría a países con influencia real en la situación, que puedan influir al Gobierno sirio y a la oposición", aunque ha reconocido que todavía es pronto para dar detalles de esa iniciativa, pero aseguró que le gustaría contar en ese grupo de contacto con Irán, "un país que juega un papel muy importante en la región" y que espera que "sea parte de la solución" del conflicto sirio.
Varios países europeos y Estados Unidos piden la marcha de Asad
"Esos países deberían sentarse y mirar los problemas de manera fría y realista, y estudiar lo que se puede hacer para lograr una transición política que evite que el conflicto explote", explicó Annan, que alertó de que "Siria no es Libia, puede explotar más allá de sus fronteras y causar consecuencias desastrosas en la región".
Además, varios países europeos y Estados Unidos también han anunciado que desean más presión contra el régimen sirio e incluir a Rusia en los esfuerzos para que el régimen deje de usar la fuerza contra la población civil. La marcha de Asad es ya una condición, anunció la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, quien exigió al presidente sirio que traspase el poder y abandone el país.
Por su parte, el ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, subrayó hoy la importancia de Rusia en este proceso y aseguró que "pese a la escasa satisfacción" que provoca la postura de Moscú "no se deben abandonar los esfuerzos" de convencerle a cambiar de actitud.
"Rusia debe entender que no se trata de reducir su influencia estratégica sino de salvar vidas humanas", insistió el ministro, "y el régimen de Bachar Asad debe entender que Rusia ya no mantendrá su mano protectora sobre Siria".
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