El expresidente egipcio Hosni Mubarak será finalmente procesado por la muerte de más de 800 manifestantes durante la revolución del 25 de enero, y no se puede descartar que tanto él como sus dos hijos varones, Alaa y Gamal, sean ajusticiados si se les encuentra culpables.

Un comunicado del fiscal general, Mahmud Abdel Meguid, indicó que Mubarak, de 83 años, conspiró con el Ministerio de Interior y con los servicios de seguridad para causar la muerte 'intencionada' de los manifestantes en las calles de El Cairo y de otras localidades. Ahora, los tribunales deberán determinar si esta opinión es correcta.

Los tribunales tendrán que estudiar otras acusaciones dirigidas contra Mubarak y sus hijos relacionadas con la corrupción. Una de ellas tiene que ver con el gigantesco contrato de venta de gas a Israel, que, según la Fiscalía, reportó unos beneficios millonarios a los hijos del expresidente. Otras acusaciones se relacionan con la apropiación indebida de capitales y con beneficios financieros ilegales para ellos y para terceras personas.

Según el fiscal general, Mubarak conspiró con el exministro de Interior Habib al Adly en la muerte de cientos de egipcios que se manifestaban de manera pacífica y que fueron tiroteados por la Policía y por otras Fuerzas de Seguridad durante los primeros días de la revolución.

Mubarak conspiró con el exministro de Interior Habib al Adly

La Policía acabó retirándose de las calles y su puesto lo ocupó el Ejército. A partir de ese momento, disminuyó sensiblemente el número de muertos. La revolución continuó durante 18 días, hasta el 11 de febrero, cuando Mubarak se vio obligado a marcharse de El Cairo y buscar refugio en Sharm al Sheij, en la península del Sinaí, donde sigue hoy.

El anuncio de la Fiscalía llega apenas unos días antes de que el viernes se celebren nuevas manifestaciones de protesta en todo el país. La convocatoria señala que es necesaria una 'segunda revolución' que permita que se juzgue a Mubarak, que se erradiquen de Egipto a todos aquellos que han colaborado con el régimen que gobernó el país durante tres décadas y que se levanten las leyes de emergencia que continúan en vigor más de tres meses después de la caída de Mubarak.