Vasili Alexanián, vicepresidente de la petrolera rusa Yukos que fue liquidada después de sufrir una persecución judicial por fraude fiscal y absorbida en buena parte por la estatal Rosneft, falleció la noche del lunes a la edad de 39 años en su casa a las afueras de Moscú por complicaciones del sida y el cáncer de hígado que desarrolló en la cárcel.

En el marco del proceso judicial contra Yukos, presidida por Mijail Jodorkovsky -que actualmente cumple una condena de 13 años de cárcel por delitos económicos y a quién muchos califican el preso político número uno de la Rusia actual- Alexanián fue detenido en abril de 2006 acusado de malversación y blanqueo de dinero y en los casi tres años que pasó en prisión preventiva, además del sida enfermó de tuberculosis, sufrió un cáncer de hígado y perdió casi totalmente la vista.

La defensa de Alexanián sostuvo durante el encarcelamiento que no se le proporcionaron los cuidados médicos necesarios y que la investigación presionó al exdirectivo de Yukos para que declarara en contra de Jodorkovsky. El mismo Alexanián, durante una sesión del Tribunal Superior de enero del 2008 denunció que le habían propuesto testificar contra Jodorkovsky a cambio de asistencia médica.

El caso Alexanián alarmó a los defensores de los derechos humanos

El caso Alexanián alarmó a los defensores de los derechos humanos y el Tribunal de Estrasburgo sentenció en diciembre del 2008 que 'su régimen de encarcelamiento es intolerable'. El exdirectivo de Yukos fue puesto en libertad días después, tras pagar una fianza equivalente a casi dos millones de dólares, y a mediados del 2010 la Fiscalía cerró el caso por prescripción de los delitos que se le imputaban.

Svetlana Bajminá, exabogada de Yukos que también pasó 4 años en prisión preventiva por el mismo proceso, lamentó que el tiempo que Alexanián pasó encarcelado 'se le reflejó de forma irreversible en la salud'. La defensa de Jodorkovsky, por su parte, prometió hacer todo lo posible para que se castigue a los responsables de esta muerte.