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Noche de gases y porras contra los indignados de Oakland

La policía desaloja el campamento de los indignados californianos y carga contra la manifestación en protesta

LUIS GIMÉNEZ SAN MIGUEL

Las fuerzas antidisturbios han cargado contra más de mil manifestantes del movimiento Ocupa Wall Street en la ciudad californiana de Oakland. Los manifestantes se dirigían hacia el ayuntamiento para mostrar su enfado con los arrestos en un campamento del movimiento 'Occupy Oakland'.

Ha sido una batalla de gases lacrimógenos, botellas, piedras, balas de goma, bolas de pintura y hasta huevos. Al menos 97 personas han sido detenidas.

Según informan la web del movimiento Occupy Oakland y prensa internacional, unos 500 policías antidisturbios acudieron a desmantelar el campamento de los indignados de la ciudad de Oakland, levantado hace dos semanas en la plaza Frank Ogawa, en el centro de la ciudad. A partir de ese momento, se desencadenó la protesta contra el desalojo.

Los hechos comenzaron la noche del martes, cuando supuestamente la policía ha 'atacado a la protesta pacífica con granadas de luz, gas, balas de goma' según informan desde Occupy Oakland. Las cargas y enfrentamientos se abrían alargado durante toda la noche y la mañana de hoy.

Algunos jóvenes se enfrentaron a los policías después de que lanzaran gases

'Sonaban como bombas', cuenta Joaquin Jutt al New York Times, que ha hecho un seguimiento de los hechos en su página. El mismo diario informa de que el rededor de las 9.30 de la mañana la policía anunció que pararían, pero momentos después comenzó a lanzar gases lacrimógenos. Entonces, mucha gente corrió, pero algunos jóvenes con máscaras anti-gas permanecieron en la calle y se enfrentaron a la policía lanzando objetos. En los vídeos que están circulando por las redes sociales también pueden verse gran cantidad de heridos.

Informa Reuters que las autoridades dijeron que las condiciones en la plaza habían comenzado a deteriorarse a partir de la segunda semana de protestas, y que no se había permitido el acceso a la misma de los servicios médicos ni de la policía. Los manifestantes, por su parte, las han acusado de una respuesta excesiva, y han prometido recuperar la plaza.

'Estoy aquí porque estoy increíblemente triste e increíblemente enfadada', declaró Samsarah Morga, de 51 años, durante la protesta. 'Espero que el gobierno de nuestra ciudad entre en razón y deje de tratarnos como un estado fascista'.


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