Este artículo se publicó hace 11 años.
Nueva marcha de la derecha en París contra el matrimonio homosexual
Alrededor de 150.000 personas se han manifestado en la capital francesa. Una veintena de ultraderechistas ocupan la sede del Partido Socialista
Los detractores del matrimonio homosexual volvieron a tomar este domingo las calles de París en la primera manifestación multitudinaria convocada después de que el presidente de Francia, el socialista François Hollande, promulgara la ley que autoriza a personas del mismo sexo a casarse y a adoptar niños.
La tercera gran protesta de este tipo -en la que participaron 150.000 personas, según la policía, y "más de un millón", según los organizadores- estuvo vigilada por 4.500 agentes, ante la radicalización de las últimas marchas contra la autorización de las bodas gays en Francia.
Durante la manifestación, una veintena de ultraderechistas ocuparon la sede del Partido Socialista, declaró un responsable de esa formación política. El portavoz del partido, David Assouline, declaró en el canal de televisión LCI que "una veintena de militantes de un grupúsculo de extrema derecha Generación Identitaria" pudieron "alcanzar las terrazas con escaleras".
El líder de la oposición conservadora, Jean-Fançois Copé, estuvo en la manifestación y criticó las "inaceptables tentativas de presión y de intimidación" del primer ministro, Jean-Marc Ayrault, quien en la víspera había acusado a la UMP de contribuir a la "crispación y a la radicalización" al prestar su apoyo a los manifestantes. Copé, presidente de la UMP, ha prometido que, en caso de que su partido gane las elecciones presidenciales de 2017, celebrará un referéndum sobre esa ley, aprobada por la mayoría de izquierdas de la Asamblea Nacional y el Senado.
Philippe, un manifestante llegado de Biarritz (suroeste) y agarrado a una bandera vasca, explicó a Efe que espera "que un día haya un referéndum o que se retire antes la ley". Pancartas, música y banderas marcaron el tono general de la protesta parisina, que en Francia se conoce como "manifestación para todos", eslogan que se asemeja a quienes reivindicaban el "matrimonio para todos".
"Hay que defender las cosas normales"En el escenario, varios intervinientes subrayaron que no son ni homófobos ni de extrema derecha y, entre cánticos contra el Gobierno y contra Hollande, insistieron sobre el problema de filiación entre un menor adoptado y dos mujeres o dos hombres. "Queremos defender absolutamente la ley de la familia y la filiación, porque un niño es el resultado único de la unión entre un hombre y una mujer", explicó a Efe Laure de Cotte, una manifestante que aseguró que la protesta no es homófoba pero que "hay que defender las cosas normales y no normalizar las que están fuera del circuito y son un poco contra natura".
Aunque los manifestantes insisten en que ejercen un derecho constitucional y que pretenden seguir haciéndolo, un sondeo publicado hoy muestra que el 78% de los franceses creen que las manifestaciones deberían terminar, una vez promulgada la ley.
Entre tanto, el primer matrimonio homosexual ya se celebró el pasado 22 de mayo en Cayeux-sur-Mer (norte), en forma de validación oficial del contraído previamente en Bélgica por dos hombres, aunque se espera para el próximo miércoles el anunciado como primera ceremonia oficial, prevista en Montpellier (sureste).
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