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Obama declara el fin de la guerra de Irak con la retirada de las tropas

Los 39.000 soldados estadounidenses que siguen desplegados volverán a casa en diciembre

ISABEL PIQUER

'Después de casi nueve años, la presencia estadounidense en Irak ha llegado a su fin'. Con esta frase, el presidente Barack Obama cerró uno de los capítulos más polémicos de la reciente historia de su país y dio por terminada la intervención que lanzó su predecesor el 20 de marzo de 2003, al anunciar que las tropas de EEUU se retirarán de la zona en diciembre.

El calado de la noticia contrastó con la absoluta falta de ceremonia. La Casa Blanca avisó con apenas media hora de antelación que el presidente haría unas declaraciones en la sala de prensa. Ni siquiera se tomó el tiempo de avisar a los líderes republicanos en el Congreso. Nada que ver con la 'misión cumplida' de George Bush en el portaviones Abraham Lincoln mes y medio después de iniciar la guerra.

'Las tropas estarán de vuelta para las vacaciones', enfatizó el presidente, dirigiéndose a una opinión pública cada vez más reacia a prolongar la presencia de EEUU en los conflictos de Irak y Afganistán. Obama recordó que, en total, un millón de estadounidenses habían servido en Irak, un conflicto que ha costado un billón de dólares, 4.400 muertos estadounidenses y un incontable número de víctimas iraquíes.

La falta de acuerdo con el Gobierno iraquí acelera el regreso de las tropas

'En los dos próximos meses, nuestros soldados, decenas de miles de ellos, harán sus maletas y volverán a casa', dijo Obama, 'el último soldado estadounidense cruzará la frontera con la cabeza alta, así terminarán los esfuerzos de EEUU en Irak'.

La retirada abre una 'nueva fase' en las relaciones entre los dos países, anunció el mandatario, que habló con el primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, antes de su breve intervención, 'una relación bilateral normal entre dos naciones soberanas, una relación de igual a igual basada en intereses y en el respeto mutuos'.

Obama recordó que había prometido acabar con un conflicto al que ya se había opuesto siendo senador, en 2008. Pero, como muchas de sus promesas electorales, esta tampoco parecía cumplirse.

En agosto de 2010, anunciaba el final de las operaciones de combate pero dejaba en Irak a 50.000 tropas (ahora se calcula hay unos 39.000). Recordó su estrategia de retirada gradual: 'Cuando llegué al poder, había 180.000 soldados desplegados' en los dos frentes; a finales de año 'serán la mitad', subrayó el mandatario. La retirada también cumple el acuerdo que había pactado Bush con las autoridades iraquíes en noviembre de 2008 para efectuar un repliegue gradual.

EEUU quería inmunidad para
los soldados que
se quedaran en Irak

EEUU llevaba meses calibrando su decisión. En septiembre la prensa estadounidense informaba que Washington barajaba dejar en el país de unos 3.000 a 4.000 soldados para seguir entrenando las fuerzas iraquíes y dar estabilidad, según un plan elaborado por el nuevo secretario de Defensa y exjefe de la CIA, Leon Panetta.

Pero las conversaciones con Maliki no acabaron en acuerdo, lo que provocó el repliegue definitivo de Washington. Las negociaciones fracasaron cuando los responsables iraquíes se negaron a dar inmunidad a las tropas que permanecerían después del 31 de diciembre.

Obama reiteró que Estados Unidos seguía interesado en respaldar el Gobierno de Bagdad. De hecho Washington seguirá participando en el entrenamiento de las fuerzas iraquíes más allá de 2011. De momento se quedarán en la capital 150 soldados encargados de proteger a los miles de diplomáticos que trabajan en la Embajada.

La noticia, que se suma al previsible final de las operaciones de la OTAN en Libia, y a las recientes operaciones contra Osama Bin Laden y Anuar al Awlaki que acabaron con la muerte de los dos líderes de Al Qaeda, promete dar un respiro a la caída en picado de Obama en los sondeos debido a la crisis económica.

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