Obama es el favorito para ganar en Carolina del Sur

En Iowa, Barack Obama ganó en un estado esencialmente blanco lo que le convirtió en un candidato viable. Hoy en las primarias del Partido Demócrata en Carolina del Sur, conseguirá, si los sondeos aciertan, una clara victoria, gracias al voto negro, lo que podría ser un lastre para su campaña. Una cosa es arrasar entre los afroamericanos y otra limitarse a ellos. Es una complicada operación de equilibrismo, político y personal.

Obama es inmensamente popular por su capacidad de movilización, más allá del votante puramente demócrata. A menudo ha repetido que basa su aspiración presidencial en la "idea de que estamos todos juntos, blancos, negros, hispanos, asiáticos, y compartimos el mismo sueño, los mismos miedos y las mismas preocupaciones".

El senador por Illinios tiene una amplia ventaja sobre Clinton (59% frente a 25% según el último sondeo de McClatchy- MSNBC), y una ventaja aún mayor entre los afroamericanos, que constituyen la mitad del electorado demócrata en este estado.

Lo que inquieta la campaña de Obama es su reciente descalabro entre los blancos. Tras el enfrentamiento verbal con Clinton, durante un debate celebrado el pasado lunes en Myrtle Beach, el candidato ha perdido diez puntos entre los votantes demócratas blancos, algo inesperado.

División racial

La intensa rivalidad entre los contendientes "ha abierto una división racial profunda entre los demócratas en vísperas de las primarias", subraya el instituto de sondeos McClatchy en su análisis. Y se nota entre los votantes. En un reciente mitin, en Rock Hill, Obama, a una pregunta del público sobre los obstáculos a los que podría enfrentarse un afroamericano en Washington, replicó: "si tuviera lunares pero le prometiera mejorar la educación de su hijo y garantizar la seguridad de América, pensaría. Vale, tiene lunares pero voy a votar por él".