Este artículo se publicó hace 13 años.
Obama pide a Hu más respeto por los derechos humanos
El presidente chino admite en Washington que hace falta un mayor esfuerzo en esta materia
Alfombra roja, 21 salvas de rigor en las visitas de jefes de Estado, dos cenas oficiales, reuniones con altos cargos políticos y encuentros con grandes empresarios, además de una cálida bienvenida personal han sido los instrumentos diplomáticos y protocolarios con los que Barack Obama ha querido mostrar su máximo respeto al presidente chino, Hu Jintao.
Pero toda la ceremoniosidad pomposa del protocolo no impidió a Obama hablar en términos muy claros a su homólogo sobre asuntos conflictivos como el respeto a los derechos humanos y la valoración del yuan, que en opinión de Washington perjudica a sus intereses económicos y favorece a las exportaciones chinas. Ambos líderes "sentarán las bases de la relación bilateral para las próximas décadas".
Los desequilibrios económicos entre EEUU y China centran la visita
"La historia demuestra que las sociedades son más armoniosas, las naciones más exitosas y el mundo es más justo cuando se respetan los derechos y las responsabilidades de todas las naciones y todas las personas, incluyendo los derechos universales de todos los seres humanos", dijo el presidente de EEUU en presencia de su homólogo en una rueda de prensa en la Casa Blanca.
Lejos de rechazar las críticas, como suele hacer el régimen de Pekín tal y como se ha visto en el caso del Premio Nobel de la Paz al disidente chino Liu Xiaobo, el presidente Hu admitió que los derechos humanos en su país "aún encaran muchos desafíos y aún hay mucho por hacer". "Continuaremos los esfuerzos para seguir mejorando las vidas de los ciudadanos chinos, el Estado de Derecho", prometió.
En el frente económico, Obama destacó la necesidad de revalorizar el yuan, la demanda de que EEUU pueda aumentar sus exportaciones a China en unos 100.000 millones de dólares y la petición de que Pekín cumpla con la protección de la propiedad intelectual y persiga la piratería.
Ambos acuerdan que una mayor cooperación ayuda a todo el mundo
Sin embargo, Obama dejó claro que ninguno de esos asuntos impide que EEUU y China prosigan cooperando. Aseguró que el auge de China es conveniente para todo el planeta y afirmó que todos los países "serán más prósperos" si ellos colaboran entre sí.
"Los dos pueblos deben conocer los desafíos que tiene cada uno y no mirar cada asunto bajo la lupa de la rivalidad. Queremos que China siga creciendo de una forma que refuerce las normas internacionales, la paz y la seguridad. El diálogo que mantenemos es para rebajar las sospechas y mejorar el entendimiento", explicó Obama.
El presidente chino también hizo saber a Obama lo que esperaba de EEUU; es decir, que todo diálogo, toda relación y toda cooperación pasa por el "respeto mutuo", "la no injerencia interna" y el "respeto a la soberanía.
Presiones internasCon ese tacto y esa oratoria, Obama salió airoso, al menos, de la primera parte de la visita de Hu que comenzó ayer, una visita compleja ya que el presidente estadounidense está muy presionado por la oposición republicana y por los empresarios para imponer condiciones más duras a China para beneficiar a las empresas y empleos en EEUU.
Pero enfrentarse abiertamente a China es difícil puesto que Pekín se ha convertido en los últimos años en el máximo tenedor de deuda pública del Tesoro de EEUU. Más aún cuando Hu ha llegado de visita con 45.000 millones de dólares en compras de productos estadounidenses, que servirán para mantener unos 235.000 puestos de trabajo en Norteamérica.
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