Este artículo se publicó hace 14 años.
Obama pierde también a su consejero de seguridad
James Jones dimite por las tensiones causadas por el libro de Bob Woodward
Isabel Piquer
El consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, el general James Jones, presentó su dimisión más pronto de lo previsto debido a las tensiones que habrían generado dentro del equipo presidencial sus presuntas indiscreciones con el periodista Bob Woodward.
Jones, como recordó el presidente Barack Obama al anunciar oficialmente su salida, en una ceremonia corta y formal, “se había comprometido por tan sólo dos años” y se esperaba que dejara el cargo a finales de este año. Pero al parecer, el general, que nunca encajó del todo con el resto de los asesores del presidente, generó aún más criticas tras, supuestamente, hablar con Woodward.
El periodista del Washington Post publicó a mediados de septiembre un libro, Obama’s War (La guerra de Obama), en el que describía las profundas disensiones entre el almirante Mike Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto, el general David Petraeus, responsable del Mando Central, el enviado especial de Obama para Afganistán y Pakistán, Richard Holbrooke, y el propio Jones sobre la estrategia a seguir en Afganistán.
También incidía en las diferencias entre Jones y el ex jefe de Gabinete de Obama, Rahm Emanuel, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, y el estratega político de Obama, David Axelrod. En el libro, el asesor en temas de seguridad parece una figura aislada, al margen de las decisiones, Nada de esto se notó en las palabras del presidente cuando agradeció a Jones por sus servicio al país. “Este es uno de los puestos más difíciles dentro del Gobierno”, enfatizó Obama. Jones será sustituido por su número dos, Tom Donilon, que encaja mejor con el equipo.
Durante su estancia en el cargo, el general participó en la firma de un tratado de reducción de armas nucleares con Rusia y el lanzamiento de una nueva etapa más multilateral en las relaciones exteriores de EEUU.
Obama le agradeció haber cometido “una reforma sin precedentes” del Consejo de Seguridad Nacional, el principal organismo en la Casa Blanca para cuestiones de política exterior. El presidente aseguró que el relevo en este puesto no significará un cambio de la política exterior, ya que “hay muchos desafíos por delante”, sobre todo la lucha contra el terrorismo.
El ex comandante en jefe de la OTAN fue un firme defensor de la colaboración con los aliados europeos. No conocía a Obama antes de ser nombrado para el puesto. “Pero no pude resistir la oportunidad de tratar temas muy difíciles en este momento de nuestra historia”, dijo en sus palabras de despedida
Es una dimisión delicada para el tema de Afganistán sobre todo porque el Secretario de Defensa, Robert Gates, que empezó bajo la presidencia de George Bush a finales de 2006, ha anunciado que se marchará en 2011.
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