Este artículo se publicó hace 14 años.
La oferta nuclear iraní divide a las grandes potencias
Occidente duda de que Irán acepte enriquecer uranio en el extranjero y quiere más sancione
La comunidad internacional reaccionó este viernes dividida al compromiso ofrecido por Irán para solucionar el conflicto en torno a su arsenal nuclear. Mientras que el ministro chino de Asuntos Exteriores, Yang Jiechi, reclamó "más paciencia" con Teherán y aseguró que las negociaciones han entrado en un "estadio decisivo", Rusia, Alemania y EEUU apostaron por reforzar las sanciones contra Irán.
Yang es el primer miembro del Gobierno chino que participa en la Conferencia de Seguridad de Múnich, a la que asisten 300 políticos y militares de 50 países durante tres días. Fue inaugurada ayer bajo fuertes medidas de seguridad ante la manifestación de protesta convocada para hoy.
Cabezas atómicas en dos añosEl presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, dijo el martes que enriquecer el uranio en el extranjero para garantizar que se utilizará con fines pacíficos "no sería realmente ningún problema". Pero, según el diario alemán Süddeutsche Zeitung, Irán ha recurrido ya a un científico de un antiguo laboratorio nuclear soviético para diseñar una cabeza nuclear que encajaría en los misiles iraníes Shahab 3, que pueden alcanzar a Israel.
Expertos del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) creen que dicho científico dispone de los conocimientos necesarios para lograrlo, y que la nueva arma podría estar lista en un periodo de entre 18 y 36 meses.
Irán se ha convertido en el protagonista de la jornada inaugural de la conferencia de Múnich, después de que el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Manucher Mottaki, se apuntase por sorpresa en el último momento. El director del evento, Wolfgang Ischinger, explicó que sólo estaban invitados un diputado y un funcionario de Exteriores, pero Teherán insistió, alegando un "gran interés" en participar.
En los últimos años, Irán había enviado a Múnich al presidente del Parlamento, Alí Lariyani, quien se limitaba a rechazar cualquier intromisión de Occidente en su programa nuclear y a negar el Holocausto de forma más o menos abierta. Esta vez, la presencia de Mottaki en Múnich permitirá saber si el anuncio de Ahmadineyad es "más que una cortina de humo", dijo Ischinger.
El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lávrov, apeló a Irán a "dar respuesta a las preguntas pendientes", y el titular alemán de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, dijo que espera "una señal clara, inequívoca y comprobable" de que Teherán sólo quiere usar el uranio para fines pacíficos. Yang, en cambio, pidió "paciencia" y rechazó imponer más sanciones, por entender que "hay que concentrarse en el diálogo para no complicar la situación innecesariamente".
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