Este artículo se publicó hace 11 años.
Oklahoma intenta recuperarse de "uno de los tornados más destructivos de la historia"
Los equipos de rescate peinan con cámara térmica varios kilómetros de escombros en busca de supervivientes
Lucía Leal (EFE)
Más de 36 horas después de la tragedia, equipos de rescate y helicópteros con cámaras térmicas tratan de encontrar supervivientes entre los kilómetros de escombros en los que se ha convertido Moore, el suburbio de Oklahoma City que fue arrasado por un tornado del lunes. Las labores de rescate se multiplican mientras el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometía el martes ayudar a la localidad "el tiempo que haga falta".
Los equipos de rescate ya han rescatado a más de cien supervivientes del tornado de tres kilómetros de diámetro que arrasó la localidad y dejó 24 muertos, entre ellos 9 niños, y 237 heridos, según las cifras actualizadas hoy por las autoridades locales.
Unos 180 militares de la Guardia Nacional se unieron el martes a las tareas de rescate al sobrevolar la localidad con helicópteros con cámaras térmicas que trataban de encontrar vida en una ciudad de "casas absolutamente destruidas", reducidas a "postes y ladrillos", en palabras de la gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin.
"Superaremos esto. Reconstruiremos. Recuperaremos nuestra fuerza", aseguró Fallin en una conferencia de prensa.
Tras evaluar los daños en la zona, el Servicio Meteorológico Nacional elevó al máximo nivel su estimación de la fuerza del tornado, que el lunes se había catalogado en la categoría EF-4, para clasificarlo como EF-5, lo que supone que provocó vientos de más de 320 kilómetros por hora.
El propio Obama reconoció que el del lunes fue "uno de los tornados más destructivos de la historia" de Estados Unidos, que cada año asume destrozos y víctimas por los temporales que en esta estación recorren el sur y el centro del país.
"En un instante, destruyó edificios e hizo que docenas de personas perdieran la vida" "En un instante, destruyó edificios e hizo que docenas de personas perdieran la vida", lamentó el mandatario en una declaración en la Casa Blanca, desde donde prometió que se asegurará de que Moore reciba "toda la ayuda que necesita de inmediato".
"La gente de Moore debe saber que su país permanecerá con ellos el tiempo que haga falta", subrayó Obama.
Declaración de desastreEl mandatario ha firmado una declaración de desastre y ha enviado a la zona al administrador de la agencia de Gestión de Emergencias (FEMA), Craig Fugate, y a la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, que llegará este miércoles.
Preguntado por la posibilidad de que Obama viaje también a Oklahoma, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, respondió que por el momento no hay "ningún anuncio" al respecto.
"Cuando tomamos una decisión sobre un posible viaje del presidente en estas circunstancias siempre es necesario asegurarnos de que su viaje no interfiere con los esfuerzos de recuperación en la zona, que no distrae recursos de esa recuperación", indicó Carney.
A medida que avancen las labores de rescate, es posible que aumente el número de víctimas mortales, actualmente en 24
Las autoridades de Oklahoma revisaron hoy la cifra de muertos en el tornado para rebajarla a 24, después de informar el lunes de 51 muertos tras contar aparentemente dos veces a las víctimas, un error que la portavoz de la oficina forense estatal, Amy Elliot, atribuyó al caos que siguió al paso del tornado.
Elliot advirtió de que a medida que continúe el trabajo de los bomberos y equipos de emergencia es probable que el número de fallecidos vuelva a ascender, algo que no comparte el responsable de gestión de la alcaldía de Moore, Stephen Eddy.
"Creo que hay confianza en que se va a quedar en ese número", dijo Eddy a la cadena CNN horas después de que las autoridades revisaran la cifra.
Las autoridades comenzaron también a evaluar las pérdidas de propiedad, que, según el comisario de seguros del estado, John Doak, pueden superar las registradas en Joplin (Misuri) tras el tornado EF-5 que en 2011 dejó 151 muertos en esa localidad.
"Toda la ciudad parece un basurero", dijo Glenn Lewis, el alcalde de Moore, a la cadena de televisión NBC. "Parece que hemos perdido nuestro hospital. Pasé por ahí hace poco y está destruido".
El Papa Francisco, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, la Comisión Europea y varios gobiernos se solidarizaron hoy con EE.UU por la pérdida de vidas humanas y los daños materiales causados por el tornado.
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