La OMS y la Agencia Europea de Medicamentos refutan a Trump sobre el autismo y el paracetamol
Los organismos advierten de la falta de evidencia científica de las declaraciones del presidente de EEUU.

La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han advertido de que no hay evidencias sobre el uso de paracetamol durante el embarazo y su relación con el riesgo de desarrollo de autismo en los hijos, en contra de lo que había afirmado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
La EMA recordó este martes que el uso de paracetamol durante el embarazo no ha sufrido cambios en la Unión Europea (UE), donde las autoridades sanitarias mantienen que puede emplearse para reducir el dolor o la fiebre en mujeres embarazadas.
Por su parte, la OMS dijo que no existen evidencias científicas sobre su relación con el desarrollo de autismo, pero recordó que cualquier medicamento debe utilizarse con precaución durante la gestación, especialmente en los primeros meses y siguiendo los consejos de un médico o personal de la sanidad.
Estas declaraciones llegan después de que Donald Trump, aconsejara este lunes limitar el uso del Tylenol (marca comercial del paracetamol en Estados Unidos) en mujeres embarazadas y recién nacidos, asociando directamente el medicamento como causante de autismo, pese a que el sector médico califica el fármaco como seguro.
"El paracetamol sigue siendo una opción importante para tratar el dolor o la fiebre en mujeres embarazadas", señaló Steffen Thirstrup, director médico de la EMA, quien también subrayó que no hay pruebas de que su consumo en la gestación esté relacionado con casos de autismo en los hijos, y que el fármaco puede seguir usándose si existe necesidad clínica, siguiendo recomendaciones oficiales.
"Ha habido algunos estudios observacionales que han sugerido una posible asociación entre la exposición prenatal al acetaminofén o paracetamol y el autismo, pero la evidencia sigue siendo inconsistente. Varios estudios realizados posteriormente no han encontrado tal relación, y si el vínculo fuera fuerte, probablemente se habría observado de manera consistente en múltiples estudios", declaró a los periodistas en Ginebra el portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic.
La EMA recordó que los datos recopilados de "un gran número" de mujeres que utilizaron paracetamol durante el embarazo no muestran riesgo de malformaciones en el feto ni en los recién nacidos.
En 2019, el organismo europeo ya había revisado los estudios sobre el neurodesarrollo de niños expuestos a este fármaco en el útero y aseguró que los resultados eran "inconcluyentes" y no permitían establecer vínculos con trastornos del desarrollo neurológico.
Ambos organismos insistieron en que, cuando sea necesario, el paracetamol puede usarse en el embarazo, pero, siempre en la dosis más baja posible, durante el menor tiempo y con la menor frecuencia. Además, recomendó a las embarazadas consultar con un profesional sanitario si tienen dudas sobre el uso de medicamentos durante la gestación.
La EMA, junto con las autoridades nacionales de la UE, seguirá vigilando la seguridad de todos los medicamentos que contienen paracetamol y adoptará medidas regulatorias si aparecen nuevos datos que lo justifiquen.
Espaciar las dosis de vacunas y el riesgo de infección
El portavoz de la OMS también comentó la sugerencia de Trump de espaciar las dosis de vacunas en la primera fases de la vida en cuatro o cinco etapas en lugar de inocular varias vacunas en una sola vez.
A ese respecto, Jasarevic enfatizó que la OMS es una organización que basa sus recomendaciones en la ciencia y que el calendario de vacunación infantil que propone está basado en evaluaciones rigurosas y ha permitido salvar al menos 154 millones de vidas en los últimos 50 años.
"Este calendario es esencial para la salud y el bienestar de cada niño y cada comunidad, y ha evolucionado de forma continua de la mano de la ciencia para proteger a niños, adolescentes y adultos contra 30 enfermedades infecciosas", comentó.
Sobre la propuesta específica de Trump, explicó que cuando los calendarios de inmunización se retrasan, interrumpen o alteran sin una revisión de la evidencia científica," hay un fuerte aumento del riesgo de infección no solo para el niño, sino también para la comunidad en general".
En esas circunstancias, son justamente los lactantes demasiado pequeños para ser vacunados y las personas con sistemas inmunitarios debilitados o con enfermedades crónicas quienes corren el mayor riesgo.


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