Este artículo se publicó hace 13 años.
La ONU investigará si se han cometido crímenes contra la humanidad en Siria
La presión internacional aumenta a pesar de que Al Asad anunciara eleciones en febrero
Eugenio García Gascón
El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ordenó la apertura de una investigación sobre presuntos crímenes contra la humanidad por parte de las fuerzas de seguridad sirias durante la represión de las protestas contra el régimen que se iniciaron a mediados de marzo y que continúan al día de hoy.
De manera paralela, una misión de la ONU sobre el terreno, que visita algunas ciudades sirias con el permiso de Damasco, tuvo que salir el lunes de la ciudad de Homs, en el centro del país, cuando las autoridades le recomendaron que se marchara ante el temor de que las protestas interfirieran con la misión.
Activistas sirios han indicado que poco después de que la misión se fuera de Homs, las fuerzas de seguridad mataron a siete manifestantes. Estos datos de los activistas no se han podido confirmar de manera independiente porque Damasco no permite la entrada de periodistas internacionales.
La presión internacional, liderada por Estados Unidos, crece sobre el régimen del presidente Bashar al Asad a pesar de que éste anunció el domingo la celebración de elecciones parlamentarias en febrero de 2012. La oposición y los manifestantes han rechazado las reformas y exigen que Asad se retire sin condiciones.
El embajador de Estados Unidos, Robert Ford, visitó una zona del sur del país
El embajador de Estados Unidos, Robert Ford, visitó una zona del sur del país próxima a la ciudad de Deraa, donde comenzaron los disturbios, después de obtener permiso del ministerio de Exteriores sirio. La oposición de Washington al régimen es absoluta. Los norteamericanos descartan el diálogo como medio para resolver la crisis e incitan a los manifestantes a salir a la calle.
Según las Naciones Unidas, desde marzo han muerto más de 2.200 manifestantes en toda Siria. El gobierno de este país dice que "bandas armadas" han matado a unos 500 soldados y policías, aunque esto tampoco se ha podido contrastar. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, considera "turbador" que el Ejército siga aplastando con fuerza excesiva las protestas, en contra de lo que la semana pasada le prometió a él, personalmente, el presidente Asad.
Después de once años en el poder, Asad ha perdido toda la credibilidad ante una gran parte de la población, pero el miedo a lo desconocido hace que muchos sirios le sigan apoyando, o al menos no manifestándose contra él. Cuando llegó al poder, en 2000, Asad prometió reformas de gran calado pero enseguida dio marcha atrás. Las expectativas de entonces no se cumplieron y ahora es, seguramente, tarde para corregir aquellos errores.
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