Operación antiterrorista en Reino Unido

La policía británica realizó una operación antiterrorista con 12 detenciones en Londres, Stoke-on-Trent y Cardiff. Los detenidos, de entre 17 y 28 años, están acusados de preparar atentados terroristas. La operación se llevó a cabo a las cinco de la mañana y ninguno de los agentes llevaba armas, lo que hace pensar que la policía no esperaba una reacción violenta. No se dio ninguna información sobre armas y explosivos.

La redada tiene todas las características de una operación preventiva sobre un grupo de ideólogos radicales que podría o no estar preparando un atentado. La política de riesgo cero hace que las fuerzas de seguridad no esperen a recabar pruebas para presentarlas ante un tribunal, sino que entren en acción cuanto antes ante la posibilidad del perder el rastro de los sospechosos.

Serán interrogados durante 14 días antes de enviarlos a un tribunal

Agentes y expertos forenses registraron los domicilios de los detenidos, algunos originarios de Bangladesh, a la búsqueda de productos que puedan utilizarse como explosivos.

La redada se originó con información procedente del MI5, que estaba vigilando a algunos de los ahora detenidos. En virtud de la legislación antiterrorista, la policía los interrogará durante 14 días antes de ponerlos a disposición de un tribunal o en libertad. En muchas ocasiones, la información de los servicios de inteligencia sirve para montar operaciones policiales sobre gente que está extendiendo ideas yihadistas y que discuten la posibilidad de realizar acciones violentas, pero no para aportar pruebas que pueden ser utilizadas por la fiscalía en un tribunal.

Aproximadamente, una tercera parte de los detenidos en redadas antiterroristas acaban siendo condenados en juicios. Sobre los demás, no hay pruebas o son inocentes.

La redada fue llevada a cabo con información procedente del MI5

"Se cree que los sospechosos pueden estar implicados en una conspiración para cometer atentados en Reino Unido", dijo una fuente anti-terrorista a la BBC. "No se trata de una operación como los atentados de Mumbai, sino de un ataque con explosivos".

A principios de mes, Taimour Abdulwahab fracasó en su intento de provocar una matanza en Estocolmo al estallar de improviso la bomba que transportaba. De origen iraquí, había vivido en la localidad británica de Lutton, donde fue expulsado de una mezquita local en 2007 por sus ideas yihadistas.