Este artículo se publicó hace 16 años.
Pedradas contra la embajada de EEUU
Tadic asegura que hará lo posible por anular la «decisión ilegal»
La calma que se respiraba ayer en las calles de la capital serbia a lo largo de casi todo el día se rompió al atardecer. Entonando cánticos contra la declaración de independencia de Kosovo, un grupo de manifestantes airados lanzó piedras y antorchas contra la embajada de EEUU, a la que responsabilizan de la escisión.
"Kosovo es el corazón de Serbia", gritaron los cerca de 2.000 manifestantes antes de ser dispersados por las fuerzas de seguridad y destruir semáforos, señales de tráfico y semáforos en su huida. Una decena de personas resultaron heridas, en su mayoría agentes policiales.
Horas antes, a los pocos minutos de proclamarse en Pristina la declaración de independencia de Kosovo, se producían en Belgrado las primeras reacciones oficiales de las autoridades serbias.
"País de mentira"
El primer ministro, Vojslav Kostunica, de pie y concentrado en sus papeles se dirigía a los medios de comunicación y a la nación insistiendo en que esta declaración de independencia de un "país de mentira" dentro de las fronteras de Serbia, "un viejo país europeo", tenía "sus cimientos en los bombardeos de la OTAN del año 1999", tras los que Serbia "había sido salvajemente desmembrada".
En tono más dramático, aseguraba que "el nombre del presidente norteamericano, responsable de lo ocurrido, y el de sus acólitos europeos quedarían inscritos con vergüenza en las páginas de la historia serbia y en las del derecho internacional".
También insistió en que "Kosovo es parte de Serbia ahora y lo será siempre", y en que las instituciones serbias estarán a disposición de todos aquellos habitantes de "la provincia del sur" que las reconozcan como suyas. Con el objeto de ayudar a esta población, anunció una serie de medidas económicas para apoyar el desarrollo de "esa parte del país".
Tadic pide tranquilidad
Desde detrás de una mesa de despacho y flanqueado por las banderas nacionales, el presidente serbio, Boris Tadic, se dirigió a los ciudadanos para recalcar que Serbia no reconocerá nunca la independencia y que hará todo lo posible por anular esa decisión ilegal. Además, pidió tranquilidad a la ciudadanía y un comportamiento sereno y responsable a todas las organizaciones políticas serbias. Por otra parte, exigió de las fuerzas internacionales que se encuentran en Kosovo "el mayor grado de seguridad para nuestra gente".
Finalmente, el presidente insistió en que el escenario para defender los derechos de Serbia es el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que se reunirá con carácter de urgencia a petición de Rusia, el mayor aliado serbio.
A escasos metros de la concentración de protesta a las puertas de la Embajada de EEUU, en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Serbia, se celebró una reunión informativa con todos los representantes diplomáticos, convocada por el titular de la cartera, Vuk Jeremic.
Casi paralelamente, otro grupo de manifestantes se dio cita frente al Gobierno serbio, y una concentración similar se produjo en la segunda ciudad del país, Novi Sad.
El líder del principal partido de la oposición, el ultranacionalistaTomislav Nikolic, anunció que prepara una protesta multitudinaria.
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