Este artículo se publicó hace 13 años.
"La plata no es tan importante, sólo pedimos justicia"
Estados Unidos recibe como héroes a los mineros chilenos en el aniversario del accidente de San José
Si hay un país al que le gusten los héroes, las historias de superación personal y los finales felices, ese es Estados Unidos. Y el rescate de los mineros chilenos en la mina de San José tiene todos los ingredientes para que le guste al público estadounidense. Washington los recibe como héroes, coincidiendo con el primer aniversario de la epopeya de los 33 de Atacama.
Tras el derrumbe parcial de la mina el 5 de agosto de 2010, muchos perdieron la esperanza de volver a verles vivos. Pero los mineros sobrevivieron. Después de 70 días atrapados a 700 metros de profundidad en una mina de cobre, fueron rescatados. Esa es la tarjeta con la que ahora el Gobierno chileno se presenta orgulloso ante EEUU y ante el mundo.
Han demandado al Estado chileno por negligencia y falta de inspecciones
"Lo que ellos lograron dice algo del carácter de los chilenos, de su tenacidad", dijo el ministro de Exteriores, Alfredo Moreno, en la inauguración de Contra toda adversidad: el rescate de la mina chilena en el Museo Nacional de Historia Natural del complejo museístico Smithsonian.
En la muestra se pueden ver algunos de los objetos personales de los mineros: una linterna, unas botas de cuero, unos calcetines, las cartas de los familiares, las palomas o cilindros de plástico que les llevaban el correo, un reloj y uno de los monitores biométricos que usaron al ser izados a la superficie. También hay una broca utilizada para perforar la roca y la cápsula de rescate Fénix que alude al mito del ave que renace, diseñada y construida por la Armada chilena con el apoyo de la NASA.
Pero si hay algo que parece haber unido a esos hombres durante 70 días, manteniéndoles juntos en la adversidad y sin perder la esperanza de ser rescatados, es la fe, según explicaron en Washington cuatro de los mineros.
Si la Justicia les da la razón, cada minero recibiría 379.000 euros
Una fe plasmada en dos objetos de la exposición: la pequeña biblia que enviaron desde la superficie al minero José Henríquez y el casco de Carlos Barrios, marcado con un número 13 y las palabras "Gracias, Dios".
"Nosotros abajo creemos que nunca fuimos 33, fuimos 34. Dios estuvo siempre con nosotros. Ese casco es para agradecerle a Dios y para mostrarle al mundo que está siempre con nosotros", explicó Barrios. "Dentro del grupo, fue muy importante. Nos mantuvo tranquilos. Los pocos alimentos que teníamos los dobló".
"Una prueba divina"Para Mario Sepúlveda, elaccidente de la mina fue "una prueba divina y la pasamos juntos y amarraditos de la mano de Dios". "Me gusta la vida y más esta que Dios nos ha repetido", añadió. Este minero se dedica ahora a dar charlas, pero no descarta volver a la mina, al igual que Barrios. Muchos de los rescatados padecen aún secuelas psicológicas y sólo uno ha vuelto a trabajar en el sector.
Tras hablar de lo divino, charlaron de cuestiones más terrenales. Por ejemplo, de la demanda de 11,5 millones de euros que presentaron 31 de los 33 de Atacama contra el Estado chileno, alegando negligencia y falta de inspección de la mina.
"Pedimos justicia, nada más. La plata a estas alturas de la vida no es tan importante como lo espiritual. Si bien es cierto que nosotros estamos sin trabajo, lo primordial es la justicia", explica Sepúlveda, quien asegura que ningún responsable de la mina les ha llamado para ver cómo se encuentran.
Los mineros creen que el Servicio Nacional de Geología y Minería chileno incurrió en negligencia al permitir que la mina siguiera abierta, a pesar de haber incumplido en el pasado normas sobre ventilación y salidas de emergencia y haber tenido numerosos accidentes laborales. Si la Justicia les da la razón, cada minero recibiría unos 379.000 euros. D
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