Georges Tron, un ex secretario de Estado de los gobiernos de Nicolas Sarkozy, veterano político fiel al exprimer ministro Dominique de Villepin, fue imputado ayer por 'violaciones y agresiones sexuales sucesivas'.

Se le acusa de haber abusado de dos empleadas del ayuntamiento del que es alcalde, el de Draveil, en la gran corona sur de París. Las dos mujeres habían presentado querella hace unas semanas, y Tron pasó las dos últimas noches en el calabozo. Ayer fue puesto en libertad vigilada y, además de violación y abuso, podría ser encausado por más cargos que están siendo investigados y por los que, de momento, sólo es citado como 'testigo asistido' (algo que, en Francia, puede llevar a más imputaciones).

La Fiscalía estima que los testimonios de las dos empleadas municipales, de 34 y 36 años, son 'coherentes' y 'corroboradas en ciertos puntos por elementos exteriores. Ambas aseguran que fueron víctimas de abusos sexuales por parte de su jefe, el alcalde del municipio en que trabajaban, durante unas sesiones de 'reflexología plantaria'. Al parecer, Tron era adepto de esta técnica de relajación inspirada en técnicas terapéuticas milenarias chinas y egipcias. Pero la utilizaba como forma de acoso con sus empleadas.

Virginie F., una de las denunciantes, calificó ayer de 'aberrante' la puesta en libertad del político sarkozysta. 'Si se hubiera tratado del carnicero de la esquina, ya estaría en la cárcel', afirmó.

Tron niega toda relación sexual, consentida o forzada, y su defensa ha insinuado que todo es un complot de la ultraderechista Marine Le Pen, influyente en el municipio de Draveil. Las dos presuntas víctimas son defendidas por un abogado penalista que apoya la candidatura presidencial de Le Pen.