Este artículo se publicó hace 13 años.
Polonia se divide por el accidente aéreo de Smolensk
Kaczynski boicotea los homenajes oficiales a las víctimas en el primer aniversario de la tragedia
La conmemoración del primer aniversario de la catástrofe aérea de Smolensk (Rusia) que acabó con la vida del presidente de Polonia, Lech Kaczynski, y otras 95 personas, se vio seriamente alterada este domingo por las protestas callejeras de los seguidores del partido Ley y Justicia (PiS) de Jaroslaw Kaczynski, hermano gemelo del difunto presidente, y colectivos sociales y medios de comunicación ultraderechistas como el periódico Gazeta Polska.
Las ceremonias religiosas y las manifestaciones se sucedieron a lo largo del día en Varsovia y otras ciudades del país. A las 6.41 horas de la mañana, que fue cuando se produjo el accidente aéreo hace un año, el presidente de la República, Bronislaw Komorowski, y el primer ministro, Donald Tusk, ambos dirigentes de la liberal Plataforma Cívica (PO), depositaron una corona de flores en la iglesia militar de Varsovia. Después, las autoridades organizaron un acto religioso en el aeropuerto y una ceremonia oficial en el cementerio de Powazki.
Jaroslaw Kaczynski boicoteó los actos oficiales, y arengó a sus seguidores en la calle y en el Palacio de Congresos de Varsovia. Lo hizo en tono apocalíptico. Denunció a los "enemigos" de Polonia, habló de "traición" a la patria y condenó con dureza al Ejecutivo de Tusk por haber dejado que una parte de la investigación sobre el accidente quedase en manos de Rusia. También insinuó una vez más que los servicios secretos rusos organizaron un atentado contra el avión presidencial polaco. Según fuentes del PiS, unas 60.000 personas participaron en las cuatro manifestaciones que organizaron los grupos conservadores en Varsovia.
"Deber de patriota""Estoy aquí porque es mi deber de patriota y porque quiero rendir homenaje a mi presidente, Lech Kaczynski, que fue asesinado por Rusia", declaró a Público Marian, un polaco de 51 años que acudió a la manifestación frente al Palacio Presidencial. Su hijo Wojtech, de 19 años, consideró que "los jóvenes tienen que estar en la primera línea de los que luchan por Polonia". Dobroslawa y Alina, dos mujeres que declararon ser "jubiladas y patriotas", se mostraron convencidas de que "Rusia no dice la verdad sobre Smolensk, porque no es un país democrático y está en manos de los herederos de la KGB".
Las circunstancias del accidente de Smolensk aún no se han aclarado, pero los investigadores descartan la tesis del atentado terrorista que defiende Kaczynski.
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