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En Portugal se prevé una fuerte adhesión a la huelga en los transportes

Los sindicatos y las empresas lusas de transporte preven una fuerte adhesión a la huelga general del miércoles, convocada simultáneamente en Portugal y España, que afectará a las conexiones internacionales entre ambos

EFE

Los sindicatos y las empresas lusas de transporte preven una fuerte adhesión a la huelga general del miércoles, convocada simultáneamente en Portugal y España, que afectará a las conexiones internacionales entre ambos países.

Portavoces sindicales del sector ferroviario y del metro y los autobuses de las principales ciudades lusas, no garantizaron hoy que se cumplan todos los servicios mínimos previstos en la jornada.

La adhesión en los transportes públicos se prevé 'prácticamente total', según el mayor sindicato del sector, Fectrans.

El secretario de Estado de Transportes, Sergio Monteiro, el único miembro del Gobierno que se refirió a la huelga, reconoció hoy el derecho de quienes opten por seguirla pero expresó su esperanza de que afecte lo menos posible a quienes deseen acudir al trabajo.

La empresa estatal de trenes CP avisó hoy a los usuarios que ya por la noche sus conexiones registran interrupciones y durante la jornada de huelga no estará disponible más del 12 por ciento de las conexiones ni funcionaran los ferrocarriles con España.

También los autobuses urbanos, el metro de Lisboa y el de Oporto y las empresas de transporte fluvial entre las das orillas del Tajo que utilizan diariamente miles de lisboetas se han preparado para una alta incidencia del paro huelga que puede reducir su operación a solo un diez ó quince por ciento de lo habitual.

La aerolínea estatal TAP, con numerosas conexiones a España y varios vuelos diarios a ciudades del norte de Europa, África y Brasil, adelantó hoy que ha cancelado casi la mitad de los 360 destinos previstos el miércoles.

La empresa estatal de gestión aeroportuaria ANA, responsable de las terminales de Lisboa, Oporto y Faro anunció igualmente fuertes restricciones en el tráfico aéreo desde hoy por la noche.

En el archipiélago de Madeira, que depende de otra entidad, se anunció que la huelga había obligado a cancelar 18 vuelos que afectan a más de millar y medio de pasajeros.

En los puertos lusos, en los que se realizan huelgas parciales desde septiembre por reclamaciones salariales, los sindicatos se mostraron seguros de que el paro será generalizado tanto Sines, en el sur del país, como en Lisboa y Leixoes, en el norte.

Un grupo de estibadores que promovían la huelga hoy en Lisboa se enfrentaron a efectivos de la Policía y hubo dos detenciones, según medios estatales.

La huelga ha sido convocada por el mayor sindicato luso, la comunista CGTP (Confederación General de Trabajadores de Portugal) en protesta por la política de austeridad del Gobierno conservador y para reclamar medidas a favor del empleo y el crecimiento económico.

Aunque el segundo gran sindicato portugués, la socialista UGT (Unión General de Trabajadores) no se ha sumado a la convocatoria, se ha mostrado comprensiva con sus motivos y no ha impedido que una treintena de sus principales entidades afiliadas se adhieran.

Entre ellas están los sindicatos de funcionarios, empleados de las telecomunicaciones, industria, servicios, transportes y medios de comunicación.

Además hay más de una veintena de organizaciones laborales independientes que también se han sumado a la convocatoria.

Esta huelga será la tercera en un año convocada contra el Ejecutivo de Pedro Passos Coelho, que ha aplicado un duro programa de austeridad para cumplir las condiciones del rescate financiero de 78.000 millones de euros concedido el año pasado a Portugal.

Los anteriores paros tuvieron una fuerte repercusión en el transporte, menor en el sector industrial y baja en los servicios comerciales y empresas privadas.

Su incidencia, como en otras ocasiones, fue difícil de evaluar porque ni Gobierno, ni sindicatos ni patronales dan cifras concretas sobre la repercusión de los paros en Portugal.

El secretario general de la CGTP, Armenio Carlos, se declaró hoy seguro de que la huelga tendrá un gran seguimiento.

El alcalde de Lisboa, el socialista Antonio Costa, coincidió con él al señalar hoy que la adhesión puede ser 'histórica' en los servicios municipales, entre ellos los de limpieza y recogida de basuras. EFE

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