El presidente francés eclipsa el paro con su divorcio

Nicolas Sarkozy lo ha conseguido en cuestión de diez minutos. La huelga que está siendo seguida este jueves por un 73 % de los trabajadores de la SNCF, la empresa nacional de ferrocarriles, y 80% de los empleados las compañías estatales de electricidad y gas (EDF y GDF), y que se cernía encima del presidente como una muestra de la ruptura social que se respira en Francia, ha pasado a un segundo plano con el anuncio que el Elíseo ha lanzado este mediodía: Sarkozy y su esposa Cécilia se separan "de mutuo acuerdo" .

Y quizá no sea de recibo especular con los divorcios de la gente, pero, acostumbrados a los giros inesperados de la vida política del nuevo presidente de la República, resulta imposible no pensar maliciosamente que el anuncio, tal día como hoy, era algo previsto de antemano en la agenda de Sarkozy. Si se hacía oficial la separación de la pareja, debía hacerse así.

La prensa francesa andaba revolucionada estos días con la posibilidad de la separación de la pareja, tal y como explicaba nuestro corresponsal en París , Andrés Pérez, el pasado miércoles, hasta el punto de conseguir que la convocatoria de los sindicatos no fuera una cuestión de Estado a la altura de la República. Y a propósito o no, los medios han caído en lo fácil. Sólo había que echarle un vistazo a las portadas de las publicaciones digitales de los periódicos más importantes. Tan sólo libération.fr ha mantenido la huelga como la noticia más importante del día.

Ahora habrá que saber si, además de la huelga, el anuncio de separación le puede pasar factura a la popularidad de Sarkozy.

Aquí un ejemplo de lo que ha pasado

Aunque finalmente, éste también sucumbió a la tentación a eso de las 15.00 horas