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Mohammad Bin Salman El príncipe saudí Mohammad Bin Salman reaparece arremetiendo contra Irán

En una entrevista concedida a un periódico saudí, MBS hace un repaso a la política de Riad en Oriente Próximo. El príncipe y hombre fuerte de su país no menciona algunas de las cuestiones más significativas de la actualidad en la región, pero sus declaraciones confirman en qué direcciones se mueven sus intereses personales.

Mohammad Bin Salman. Reuters

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

El príncipe Mohammad bin Salman ha reaparecido en una entrevista al diario al Sharq al Awsat en la que acusa a Irán, en términos muy duros, de desestabilizar Oriente Próximo, al tiempo que solicita el respaldo de la comunidad internacional para hacer frente a las ambiciones de la república islámica en la región y en otras partes del mundo.

La reaparición del hombre fuerte saudí se produce después de varios meses en los que se ha mantenido en la sombra, concretamente desde el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí de Estambul en otoño pasado. Desde entonces sus apariciones públicas se han reducido significativamente, en especial los viajes al extranjero que con anterioridad prodigaba con frecuencia.

En la extensa entrevista, editada con mucho cuidado, son tan importantes los silencios como las palabras. Por ejemplo, MBS no menciona en ningún momento a Israel ni a su primer ministro y aliado Benjamín Netanyahu, un político que ha consolidado su hegemonía en Oriente Próximo y cuya política exterior está en sintonía directa con la de MBS.

La reaparición del hombre fuerte saudí se produce después de varios meses en los que se ha mantenido en la sombra

El príncipe tampoco hace ninguna referencia a los palestinos, a pesar de que dentro de unos días tendrá lugar en Bahrein una conferencia económica organizada por Washington y que cuenta con el respaldo de MBS y de Israel. A la conferencia de Bahrein no acudirán ni los palestinos, ni Rusia, ni China, ni la Unión Europea.

En la inusual entrevista tampoco se desarrolla el bloqueo que MBS y sus aliados regionales han decretado contra Qatar, país con el que mantienen diferencias importantes en lo tocante a los Hermanos Musulmanes, Irán, la guerra de Yemen y los palestinos.

Con respecto a Irán, adopta una posición muy agresiva acusando a este país de haber llevado a cabo "los últimos ataques" contra dos petroleros en las aguas del golfo de Omán la semana pasada, aunque no aporta pruebas que justifiquen la acusación, y exige a la comunidad internacional que adopte una "posición decisiva" con respecto a Irán.

La comunidad internacional, tal como la entiende MBS, está integrada por la administración de Donald Trump, Israel y los países aliados de Arabia Saudí en la región. Fuera de esta comunidad internacional están los países que piden una investigación independiente para determinar con claridad cuál fue la fuerza que atacó a los dos petroleros.

La comunidad internacional está integrada por la administración de Donald Trump, Israel y los países aliados de Arabia Saudí en la región

Añade que no está buscando una guerra (con Irán) pero a continuación dice: "No dudaremos de enfrentarnos a cualquier amenaza contra nuestro pueblo, nuestra soberanía y nuestros intereses vitales". La posición de MBS es cristalina cuando tilda al gobierno de Teherán de "régimen terrorista" cuyas acciones no se circunscriben únicamente a Oriente Próximo.

En consecuencia, apoya las sanciones económicas y políticas que Trump ha tomado en los últimos meses y que han sido impulsadas por el país hegemónico, Israel, puesto que Irán siembra por todas partes la destrucción y el caos. Pone como ejemplo, el reciente ataque de las milicias de los hutíes contra un aeropuerto saudí, ataque que se llevó a cabo como respuesta a un ataque similar de los saudíes en Yemen.

MBS afirma que los hutíes son unas milicias al servicio de Irán, aunque tampoco aquí aporta pruebas que lo sustenten. La guerra de Yemen, que acaba de cumplir cuatro años, está impulsada por Riad y ha causado millares de muertos y millones de damnificados. Dice que busca una "solución política" a ese conflicto aunque "desgraciadamente los hutíes llevan a cabo la agenda de Irán y no defienden los intereses de Yemen y de su pueblo".

El objetivo de Arabia Saudí, dice el príncipe, "no es solo liberar a Yemen de las milicias iraníes" sino llevar la estabilidad a la región. La intervención militar decidida por MBS y sus aliados ha sido muy criticada en Occidente, especialmente en el Congreso de Estados Unidos, aunque Estados Unidos y Europa están suministrando las armas que han destruido el país.

"El objetivo de Arabia Saudí, dice el príncipe, no es solo liberar a Yemen de las milicias iraníes sino llevar la estabilidad a la región", asegura el príncipe

La receta para el conflicto sirio viene a ser la misma que la de Yemen. MBS asegura que quiere la "estabilidad" en Siria y que con ese objetivo está trabando con "países amigos". Aunque se posiciona contra los yihadistas sirios, éstos han contado con el apoyo de Estados Unidos, Israel y la propia Arabia Saudí durante muchos años, y siguen contando con ese apoyo.

También toca el asesinato de Khashoggi, que califica de "crimen", y explica que las autoridades saudíes están realizando una investigación para determinar lo sucedido y castigar a los culpables. MBS no menciona que un informe de la CIA lo considera a él responsable del asesinato del periodista disidente.

Por último, también aborda las particulares relaciones de Arabia Saudí con Estados Unidos que cuentan con la bendición de Israel, señalando que esas relaciones, que califica de "estratégicas", "no se resienten por esta o aquella campaña de información", en alusión a la oposición internacional que han suscitado algunas de las acciones de MBS, como la guerra de Yemen, el asesinato de Khashoggi o las continuas ejecuciones.

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