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La protesta contra el régimen crece por todo Siria

Las tropas de Asad matan a otras 32 personas

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

Decenas de miles de manifestantes salieron ayer a las calles de numerosas localidades sirias para protestar contra el régimen con el acicate de hacerse visibles ante los obser-vadores de la Liga Árabe que se han convertido, desde el pasado lunes, en notarios de una represión brutal que en los últimos nueve meses se ha cobrado la vida de más de 5.000 civiles, según la ONU, y de más de 2.000 soldados, policías y adeptos al Gobierno, según el régimen.

La oposición invitó a todos los sirios a unirse sin miedo a las manifestaciones para mostrar a la misión de observadores que exigen la caída del presidente Bashar al Asad, en una jornada que designaron como 'viernes del avance'.

Al término de la plegaria del mediodía, como viene siendo habitual, multitudes de sirios se concentraron en el centro de sus ciudades, donde a pesar de la presencia de la misión, las Fuerzas de Seguridad dispararon en ocasiones fuego real para dispersarlos. Al menos 32 personas perdieron la vida como consecuencia de la represión del régimen.

Las mayores concentraciones tuvieron lugar en la provincia de Idlib, fronteriza con Turquía, donde se estima que 250.000 personas salieron a la calle. En Duma, un suburbio de Damasco donde el jueves murieron siete manifestantes, se concentraron unas 70.000 personas que fueron dispersadas con fuego real y granadas lacrimógenas.

Y algo parecido ocurrió por toda la geografía del país. En la provincia de Homs se halla-ron los cadáveres de cinco miembros de una misma familia que habían sido arrestados el jueves.

Dieciséis observadores adicionales llegaron ayer a Damasco para sumarse al medio centenar que habían llegado a lo largo de la semana. Incluso se espera la llegada de más de ellos en los próximos días.

Algunos analistas sostienen que su presencia alimenta las protestas y les da mayor intensidad al tiempo que acerca el final del régimen, ya que ahora la represión es más visible. Parece inevitable que las conclusiones de la misión terminen en el Consejo de Seguridad de la ONU.

El Ejército Sirio Libre (ESL), que está integrado por los militares que han desertado de las tropas regulares, ha pedido a sus unidades que interrumpan las operaciones mientras los observadores sigan en Siria. El ESL quiere que la atención se dirija hacia las protestas pacíficas, al menos hasta que la misión se vaya, lo que podría ocurrir hacia finales de enero, según el plazo previsto.

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