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Las pruebas que desmienten al consejero del presidente de Ecuador en un caso de violencia política de género: el tuit existió
El jueves 12 de mayo se produjo una audiencia ante el Tribunal Contencioso Electoral de Ecuador por una denuncia de la asambleísta Mónica Palacios contra el actual consejero del Presidente Lasso, Diego Ordóñez, por un delito de violencia política de género. Un delito que se habría producido cuando Ordóñez publicó un tuit ofensivo que ahora sus abogados dicen que "no está probado". Sin embargo, hay pruebas incontestables que demuestran que Ordóñez escribió ese tuit.
Julián Macías
Actualizado a
Era 4 de noviembre de 2021 y Diego Ordóñez –miembro de la Asamblea Nacional de Ecuador por aquel entonces y actual consejero presidencial en Ecuador de Guillermo Lasso– se molestó por la intervención de la legisladora Mónica Palacios en la Comisión de Investigación de los Pandora Papers que señalan, entre otros muchos líderes políticos latinoamericanos apoyados por la red de think tanks Atlas Network, al presidente Lasso.
Fue entonces cuando publicó un tuit con esta frase: "Pasar del tubo a la curul y surgen estas argucias torpes". En Ecuador, el curul es lo que en otros países como España sería un escaño en el Congreso y el tubo hace referencia a las barras de Poll Dance de las estripers.
Inmediatamente después de la publicación de este tuit, la legisladora Mónica Palacios presentó una queja ante la Asamblea Nacional, que terminó por resolverse con una suspensión de quince días para Ordóñez. Dos meses después de su suspensión Ordóñez renunciaba a su curul acusando a los legisladores del resto de grupos políticos de populismo y demagogia.
El jueves 12 de mayo se produjo la audiencia ante el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) de Ecuador donde se juzga a Ordóñez por un delito de violencia política de género, sancionado en el artículo 280 de la Ley Orgánica Electoral con penas de entre 21 y 70 salarios básicos unificados y la destitución y/o suspensión de los derechos de participación entre dos y cuatro años. A esta audiencia no acudió Ordóñez pero sí sus abogados. De hecho, la defensa del consejero presidencial aseguró que el tuit "no está probado" y según Mónica Palacios los letrados incluso negaron en el TCE la existencia de dicho tuit, a pesar de las innumerables pruebas que así lo atestiguan.
Las pruebas del delito
Se podría aludir a las cientos de capturas del tuit que circulan por las redes sociales, pero ya se ha visto en otras ocasiones cómo estas pueden ser manipuladas. Aunque para los negacionistas quizás sea más difícil ignorar las decenas de titulares que se publicaron antes de que el tuit fuera borrado, algunos de ellos justificando y defendiendo el contenido del mismo. Incluso se podría hacer referencia a que el tuit se convirtió en trending topic durante aquellos días en el país latinoamericano, pero los negacionistas podrían acogerse una vez más a que se trata de una polémica fabricada. De hecho, en España ya sucedió algo similar con el tuit falso de Yolanda Díaz sobre Cristina Cifuentes.
Por lo tanto, será mejor acudir a las pruebas que ni el más negacionista podrá ignorar. Al introducir el enlace en la herramienta de recuperación de urls WebArchive se observa que este tuit fue almacenado. Además, fue verificado a través de TweetStamp gracias a los usuarios @MonsieurMartinR y @AlphaCentauriNV.
Otro recurso para comprobar que efectivamente dicho tuit existió es introducir la url que tenía antes de ser borrado en el propio buscador de Twitter o en Google. De este modo, la búsqueda devuelve hasta 16 tuits que, tras citarlo, no borraron sus mensajes.
Cualquiera de estos tres registros valdrían como prueba forense digital de la existencia del tuit a día de hoy a pesar de que esté borrado. A pesar de ello, el abogado de Diego Ordoñez dijo que "no está probado" que el tuit existiera.
Pero es que, incluso dejando de lado los registros digitales, y para más inri, el propio Diego Ordóñez ha reconocido públicamente la existencia del tuit en varias ocasiones, ya que pidió disculpas respondiendo a una captura del tuit que sus abogados niegan que existiera.
Más allá de esta disculpa en Twitter, tal y como destacaron desde las redes del programa matinal ecuatoriano Un Café con JJ, también se disculpó con los miembros de la bancada del grupo político UNES al que pertenece Mónica Palacios. Una disculpa a medias, ya que se justificó diciendo que era "sarcasmo", lo que provocó que se desencadenara una campaña contra la violencia política de género.
Incluso meses más tarde, en marzo de este año, continuó dando explicaciones sobre la intencionalidad de su mensaje en el programa de entrevistas Veraz, reconociendo una vez más la existencia del tuit que sus abogados ahora niegan y haciéndose pasar por feminista.
El odio como herramienta política de Lasso una vez más
Este no es un caso aislado en la política comunicativa de CREO –partido al que pertenecen tanto el presidente Lasso cómo Ordóñez–, pues durante la campaña electoral fueron innumerables las acciones en redes sociales en contra del resto de candidatos, en especial contra Andrés Arauz.
Durante la campaña electoral que llevó a Lasso a la presidencia quedó acreditado el uso de miles de bots para la difusión de noticias falsas y campañas de odio. Quizás una de las más notables fue aquella en la que más de 10.000 cuentas tuitearon más de 30.000 mensajes con un error muy particular: en lugar de usar el pretendido hashtag #AndrésNoMientasOtraVez se les coló una ‘r’ e hicieron trending topic #AndresNoMientrasOtraVez.
Miles de cuentas falsas y bots difundieron insultos contra el candidato Andrés Arauz y desplegaron todo tipo de mentiras con cuentas que usaban imágenes de personas reales que vivían en otros países como se describe con pruebas en el libro "El asalto a la democracia de los trols".
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