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Putin acusa a EEUU de estar detrás de las manifestaciones

El primer ministro ruso denuncia que Clinton "marca la pauta" a los opositores. La secretaria de Estado había criticado la falta de transparencia en las elecciones legislativas

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Estados Unidos está detrás de las protestas de la oposición contra el fraude electoral en los comicios legislativos rusos del pasado domingo. Es el argumento que blandió ayer el primer ministro ruso y aspirante al Kremlin en 2012, Vladímir Putin, que acusó a Hillary Clinton de “marcar la pauta” de las manifestaciones y al Departamento de Estado norteamericano de apoyar a los opositores.

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Putin –cuyo partido, Rusia Unida, se proclamó vencedor en las urnas pese a las denuncias de la oposición y de los observadores europeos por falta de transparencia– se enfrenta a las protestas más multitudinarias desde que tomó las riendas del país en 1999. Los detenidos superan el millar y para mañana se ha convocado otra gran concentración.

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La reacción de Putin se produjo ayer durante una reunión con el Frente Popular, una plataforma creada para darle apoyo, donde condenó las palabras de la secretaria de Estado de EEUU, que el martes había lamentado que las elecciones no hubieran sido “limpias ni justas” y que “harían desconfiar a los ciudadanos de sus instituciones”.

Putin explicó que Clinton efectuó esas declaraciones antes de recibir el informe de los observadores. “Fue un gesto a algunos personajes de nuestro país, que entendieron la señal y, con el apoyo del Departamento de Estado de Estados Unidos, empezaron a trabajar activamente”, afirmó.

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Si durante los cuatro años que Dmitri Medvédev ha ocupado la Presidencia de Rusia para guardarle el cargo a Putin hasta que la Constitución le permitiera un tercer mandato se ha hablado mucho del reinicio de las relaciones entre Moscú y Washington, hace dos semanas, en un acto de campaña de Rusia Unida, Putin volvió a recurrir a la retórica del enemigo exterior que quiere desestabilizar su país. Un intento de unir al pueblo ante una supuesta amenaza.

Cree "inadmisible" que se use dinero extranjero en los procesos electorales

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Ayer, el primer ministro ruso también denunció “los intentos desde fuera de influir en los procesos políticos internos”, hizo un llamamiento a defender la soberanía rusa frente a la injerencia extranjera y consideró “inadmisible” que el dinero foráneo se utilice en procesos electorales. Además, dejó claro que su país “es y seguirá siendo una gran potencia nuclear, lo que provoca temor a nuestros socios”.

El objetivo de Estados Unidos al instigar las manifestaciones es, según las palabras de Putin, desestabilizar a Rusia “para que no olvidemos quiénes son los amos del planeta ni tampoco quiénes tienen en sus manos las palancas de influencia”.

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En una rueda de prensa en la sede de la OTAN, Clinton reaccionó ayer a las acusaciones de Putin diciendo que su crítica a las elecciones legislativas rusas es “fundada” y condenó que Moscú amenace con medidas militares ante el desacuerdo entre Estados Unidos y Rusia sobre los planes de la Alianza Atlántica de instalar un sistema de defensa antimisiles en Europa.

Moscú y la OTAN no logran acercar sus posiciones sobre el escudo europeo porque el Kremlin, tras haber propuesto un sistema de defensa conjunto que la Alianza Atlántica rechazó, insiste que quiere garantías jurídicas que aseguren que las nuevas instalaciones no serán una amenaza para la seguridad rusa.

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A finales del pasado mes de noviembre, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, aseguró que la reacción rusa al escudo europeo podría ser la de abandonar los acuerdos de desarme nuclear, así como reforzar su propio sistema de defensa antimisiles .

Además, Putin alertó a sus partidarios del “caos” que acecha a Rusia y de la “violencia” que pueden hacer desencadenar las manifestaciones opositoras, pero añadió que confía en que la Policía sepa frenar la amenaza.

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En cuanto a las protestas, a las que Putin hizo referencia con el término “democracia de calle”, el primer ministro dijo que “si la gente actúa en los marcos de la ley, hay que proporcionarle el derecho de expresar su opinión y no tenemos que restringir estos derechos ciudadanos”. E insistió en que “si alguien viola la ley, los órganos del poder y de las fuerzas de seguridad tienen que exigir su cumplimiento con todos los métodos legales posibles”.

Desde hace algo más de un año, en Rusia existe un movimiento conocido como 31, en referencia al artículo de la Constitución que garantiza la libertad de los ciudadanos a reunirse y a manifestarse, que cada final de mes que termina en 31 sale a la calle para reivindicar este derecho.

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En la mayoría de casos, las concentraciones del 31 no se autorizan y suelen acabar con cargas policiales como las de estos días y con decenas de detenidos. La justificación de las autoridades es siempre la misma: “Entorpecen la vía pública y molestan al resto de los ciudadanos”.

Eso provoca el desafío de los opositores, que no quieren limitar a los pocos mítines que las autoridades permiten –en espacios reducidos y siempre vallados y rodeados de un fuerte cordón policial– su derecho a manifestarse contra la política represiva del Estado, así como contra la corrupción de la Administración.

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Putin censura "los intentos de influir en los procesos políticos internos"

Uno de los líderes del Partido de la Libertad Popular (Parnas), el ex primer ministro Mijaíl Kasiánov, calificó ayer como “no adecuadas” las declaraciones del premier.“Putin y su equipo consideran que la libertad de los ciudadanos y sus derechos son un asunto interno y que con ellos pueden hacer de todo. Eso es un error”.

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Mientras, en Moscú se vivió ayer una jornada relativamente tranquila respecto a los días anteriores porque la oposición está preparando una gran concentración para mañana. Además, en Internet se ha creado la plataforma Cinta blanca (www.belayalenta.com) para coordinar las protestas, convocadas en casi un centenar de ciudades rusas.

Tras las violentas detenciones de estos días y por miedo a que los manifestantes sucumban a provocaciones, un colectivo de defensores de los derechos humanos ha hecho circular instrucciones y consejos para participar en la manifestación de mañana.

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Las sugerencias van desde cómo vestirse –en previsión del frío y de los empujones de la multitud– hasta cómo comportarse en caso de ser detenido o resultar víctima de alguna provocación. El colectivo también recomienda llevar agua, una fotocopia del pasaporte, poco dinero, objetos de primera necesidad y el teléfono de algún abogado.

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