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Rabat prohíbe la marcha sobre el islote de Perejil

El objetivo de la protesta era denunciar la 'ocupación española'

TRINIDAD DEIROS BRONTE

El Gobierno de Marruecos parece querer demostrar que, de momento, no echará más leña al fuego con España.

El Ministerio del Interior de este país ha prohibido hoy la marcha sobre el islote Perejil que había convocado para el próximo lunes el polémico senador marroquí Yahya Yahya.

El objetivo de esta marcha era protestar por la 'ocupación' de Ceuta, Melilla y varios peñones e islas, así como recordar la toma marroquí de Perejil en 2002.

El argumento que Rabat ha ofrecido para su decisión es que el senador Yahya no reside en la provincia de Tetuán, de donde estaba prevista que partiera la manifestación.

A pesar de este pretexto, la decisión apunta en la línea de que Marruecos no quiere ahondar la brecha abierta en las relaciones bilaterales por la visita de los Reyes a Ceuta y Melilla. El pasado domingo se cumplió un mes de la llamada a consultas del embajador marroquí en España, Omar Azzimán, en protesta por este viaje.

Aunque no hay ningún signo que augure un retorno inminente del embajador, la prohibición de la marcha quita un quebradero de cabeza a España.

El pasado 29 de noviembre, el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, aseguró que su departamento seguía con atención el desarrollo de estos acontecimientos.

No le faltaban razones para preocuparse, pues Rabat no había expresado su rechazo a la marcha. Más bien al contrario, el portavoz del Gobierno, Jalid Naciri, llegó a definir al senador Yahya como un 'patriota' con derecho a 'expresar su postura'.

Un personaje polémico

Yahya es de origen melillense pero reside en la ciudad autónoma gracias a que posee, además de la nacionalidad marroquí, la holandesa.

Paradójicamente, este senador, conocido por su oposición acérrima a la presencia española en Ceuta y Melilla, preside la comisión de amistad de los senados de España y Marruecos.

Este cargo no le impide dirigir la Asociación para la Defensa de las Víctimas del Colonialismo Español y la Unidad Territorial de Marruecos.

El 6 de noviembre, día de la visita real a Melilla, intentó entrar en la ciudad enarbolando una bandera marroquí, tras lo cual acusó a la policía española de haberle detenido por ello. Este cuerpo lo desmintió y explicó que se le retuvo un cuarto de hora para entregarle una citación por una denuncia de malos tratos incoada por su mujer.

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