El matemático y ex alcalde de Bogotá Antanas Mockus, que aspira a convertirse en el presidente de Colombia en las próximas elecciones, superó por primera vez esta semana a su rival, el ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos, en algunas encuestas, que pronostican que ganaría en segunda vuelta al candidato heredero de Álvaro Uribe. Hijo de inmigrantes lituanos, Mockus(Bogotá, 1952) se ha convertido en un fenómeno en Internet y ha logrado aglutinar a la juventud urbana y a los desencantados del uribismo. Habló con Público por teléfono desde Bogotá.

Afirma que el principal problema de Colombia es la ilegalidad. ¿A qué se refiere?

Me refiero a la ilegalidad como la alianza manifiesta del incumplimiento sistemático de la ley recurrente, permanente en el tiempo y la aceptación social de este incumplimiento. Muchas veces son más quienes cumpliendo la ley justificarían su transgresión que los que la transgreden. Entonces la ilegalidad es un caldo de cultivo no sólo para las acciones ilegales sino para una actitud laxa basada en justificaciones, precarias pero operantes, del comportamiento ilegal.

¿Cree que hay un conflicto armado en Colombia?

Creo que el nombre 'conflicto armado' no es una descripción exacta de algo que se parece más a una especie de amenaza terrorista de un grupo que emplea con frecuencia estrategias terroristas contra un Estado legalmente constituido y que tiene una Constitución que mal que bien se cumple. No hay las condiciones, creo yo, de un conflicto interno. No hay cierto grado de paridad entre las fuerzas en disputa, ni paridad numérica, ni paridad territorial en términos de geografía, ni paridad en términos de desarrollo de instituciones de comparable complejidad.

'Buscaré mejorar las relaciones con Venezuela y Ecuador'

¿Cuál sería su estrategiacon las FARC en casode ganar las elecciones?

Proseguir con una labor muy valiosa en lo militar y social, pero poner énfasis en la construcción colectiva de un rechazo muy nítido a los métodos empleados por las FARC.

¿Negociaría con ellas?

En la vida he logrado resolver algunos conflictos por cierta disponibilidad no programada frente a conflictos que comparativamente eran menores. La terquedad de las FARC en pretender tomar el poder, su terquedad en el lenguaje, el uso sistemático del secuestro no ya como instrumento sino como lenguaje... Las FARC hablan a través del secuestro, desde el secuestro, y son desgraciadamente escuchadas internacionalmente desde el secuestro. Cada vez menos pero tienen incluso una pequeña retribución material.

Entonces, ¿se sentaría a negociar con ellas si tienen secuestrados?

La respuesta corta es no. La respuesta larga matizaría el no diciendo que en el pasado, con otros conflictos, he podido resolverlos de una manera en que nos ahorrábamos de la llamada etapa de prenegociación, que es mucho más compleja que la negociación. Como es obvio por esta conversación, no quiero agarrarme las manos.

Recientemente han salido a la luz diligencias hechas por la fiscalía en las que se evidencia que el Departamento Administrativo de Seguridad (servicio de inteligencia) ha espiado a jueces y políticos de la oposición. ¿Cree usted que ha sido espiado?

Esperaría que no.

'Los narcos han logrado neutralizar la acción de las instituciones'

Hablaba de la legalidad. Una de las características de los mandatos de Uribe ha sido la ruptura de la legalidad por parte de órganos del Estado, como en los más de mil casos descubiertos de falsos positivos', en los que jóvenes, indigentes y civiles sin relación con la guerrilla son asesinados y presentados por las Fuerzas Armadas como guerrilleros muertos en combate, como trofeo.

No encuentro ningún otro momento tan bajo en nuestra historia en términos de parámetros morales como los falsos positivos. En uno de los primeros casos, hace unos tres años, unos soldados mataron a un campesino con un ligero retraso mental, lo vistieron como un miembro de las FARC, le pusieron el arma al lado Todo con la finalidad de obtener un permiso para poder visitar a su madre en el día de la Madre. Todo en esa historia es completamente absurdo.

¿Cambiaría usted el acuerdo sobre el uso de bases militares colombianas por partede Estados Unidos?

No daría marcha atrás salvo que haya un proceso judicial que me lo ordene.

Colombia adolece en la actualidad de un cierto aislamiento hemisférico, tiene problemas con sus vecinos, especialmente Ecuador y Venezuela.

Buscaría una mejora de las relaciones, pero me guiaría básicamente por prudencia y respeto y usaría los canales de la diplomacia, que no es algo inútil sino un invento que tiene mucho sentido.

¿Cree que la Ley de Justicia y Paz, que organizólas desmovilizacionesde paramilitares,ha funcionado?

Una cosa ha fallado totalmente: los narcos y el crimen organizado han logrado neutralizar la acción de las instituciones estatales. Hay ahí un punto por resolver. Las desmovilizaciones en una parte fueron exitosas. Pero lamentablemente se han producido rearmes de algunos grupos. Funcionan como una especie de fantasma en algunas regiones donde son utilizados como un elemento de intimidación.