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Las revueltas populares se extienden en Siria y alcanzan la capital

El número de muertos asciende a 192, según un grupo opositor

ALEJANDRO CASTILLO

A punto de cumplirse el primer mes desde el inicio de las revueltas, y a pesar de los anuncios de reformas efectuados por el Gobierno, las protestas en Siria crecen. El movimiento Día de la Ira convocó ayer manifestaciones en todas las ciudades del país, lo que supone un importante paso para que la revuelta popular siga creciendo.

'De disturbios puntuales en Derá, esto se ha convertido en una ola de protestas cada vez más frecuentes en todo el país, desde el norte hasta el sur', cuenta Mohand, un joven estudiante de inglés, mientras mira atentamente a su alrededor. Teme ser escuchado por los omnipresentes servicios de inteligencia. Se trata de una sensación continua entre la población, educada a no tocar ciertos temas, en especial la política, por miedo a ser detenidos en aplicación de la Ley de Emergencia.

La represión se concentra en la ciudad de Banias y sus proximidades

La costera ciudad de Banias y las vecinas Al Baida y Bait Yanad permanecen cercadas desde hace dos días, con las telecomunicaciones cortadas y con escasez de alimentos, mientras las fuerzas de seguridad efectúan detenciones masivas. Según un residente de Banias citado por Reuters, muchos habitantes de la localidad están armados, lo que podría desembocar en un conflicto directo con los militares y policías desplegados.

En Damasco, un joven murió el lunes en la Facultad de Ciencias como consecuencia de la intervención policial para reprimir la marcha en la que participaba junto a otros cientos de estudiantes.

El escritor Faiz Sara es detenido en Damasco por las fuerzas de seguridad

Testigos con los que ha hablado Público aseguran que esa misma noche se produjo un tiroteo en la Plaza Al Abbasiin, en el corazón de la capital siria. Estos hechos dejan entrever que la sed de cambio comienza a salpicar a Damasco, considerada el principal bastión del Gobierno.

'El próximo viernes, las manifestaciones van a aumentar y van a afectar directamente a Damasco', prevé un dependiente procedente de Derá y con contactos directos con los organizadores de las protestas.

El número de víctimas mortales desde el pasado 15 de marzo ha ascendido a 192 personas, según el movimiento Declaración de Damasco. Uno de sus miembros, el escritor y periodista Faiz Sara, fue detenido ayer sin que se conozca su paradero.

Por su parte, Human Rights Watch solicitó al Gobierno sirio que autorice la entrada de periodistas y observadores internacionales, al tiempo que denunció que los últimos heridos en Derá y Harasta han sido privados de atención sanitaria por parte de las autoridades locales.

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