Rumanía instaura otro Gobierno de tecnócratas

El Parlamento rumano respaldó este jueves en una votación de confianza la formación de un nuevo Gobierno de jóvenes tecnócratas y conservadores dirigido por el exjefe del servicio secreto exterior, Mihai Razvan Ungureanu, que es también un hombre de confianza del presidente, Traian Basescu.

La Cámara Baja siguió la línea adoptada por otros países europeos en crisis, como Grecia e Italia, al apoyar por 237 votos a favor, 226 en contra y dos abstenciones a un Ejecutivo de naturaleza técnico-política no elegido en las urnas. Ungureanu, que tiene 43 años, es historiador de formación y políglota, sustituye al primer ministro conservador Emil Boc, que tuvo que dimitir el pasado lunes al no poder hacer frente a las masivas protestas populares contra la política de austeridad impulsada por la derecha gobernante.

El exjefe de los espías aseguró que "la preocupación de este Gobierno será el aumento prudente de los salarios de los funcionarios y las pensiones, si la economía lo permite". Ungureanu quiso de esta forma tranquilizar a los empleados de la función pública, que han visto sus sueldos recortados en un 25%, a muchos pensionistas que están en la miseria y al conjunto de la ciudadanía que se enfrenta a una subida del IVA del 19% al 24%.

La derecha impone una justa mayoría parlamentaria para seguir la vía del FMI

El nuevo primer ministro se comprometió a respetar los acuerdos de ayuda financiera (20.000 millones de euros en 2009) firmados entre Bucarest y Bruselas y el Fondo Monetario Internacional, a cambio de una profunda reforma económica basada en la contención del gasto público, y reconoció que "la era de la prosperidad no empezará mañana".

Por su parte, la oposición socialdemócrata y liberal pidió la convocatoria de elecciones generales anticipadas, en lugar de esperar hasta el próximo noviembre, y acusó al jefe del Estado, cuyo mandato finaliza en 2014, de llevar a cabo una política "autoritaria" y "anticonstitucional". El socialdemócrata Victor Ponta consideró que "las elecciones anticipadas y la dimisión del presidente Basescu son la solución a esta crisis económica".

El liberal Crin Antonescu, que hasta ahora ha hecho causa común contra Basescu con los socialdemócratas en el seno de la coalición Unión Social Liberal (USL), recordó que Ungureanu es "jefe de servicios secretos" y calificó al nuevo Ejecutivo de "Gobierno de marionetas" a las órdenes del jefe del Estado.

La oposición acusa al jefe del Estado de llevar a cabo una "política autoritaria"

Los medios rumanos afines al presidente describieron al nuevo Gobierno como un equipo joven formado por "nuevas figuras" y "profesionales competentes". Ocho ministros, todos del derechista Partido Democrático Liberal (PDL), son nuevos en el Gobierno de Ungureanu.

Pero ministros tan importantes como el de Justicia, Catalin Predoiu, y Leonard Orban, titular de Asuntos Europeos, permanecen en sus cargos. La mayoría son jóvenes conservadores con una trayectoria profesional tecnocrática.

El analista político Silviu Sergei alabó al nuevo jefe de Gobierno, asegurando que es un dirigente "trabajador, discreto, serio y culto, y un hombre europeísta y de confianza del presidente". En cambio, la prensa crítica de Bucarest calificó de "operación de imagen" la formación del nuevo Ejecutivo.

Así las cosas, y a pesar de la ola de frío polar que se ha abatido sobre Rumanía, el descontento popular sigue presente en plazas y calles de Bucarest y de otras ciudades, y algunos comentaristas políticos ponen en duda que un Gabinete de tecnócratas derechistas pueda dirigir el país, en plena convulsión social, hasta las próximas legislativas.