Este artículo se publicó hace 14 años.
Rusia envía tropas a Kirguistán para proteger sus bases militares
Según algunos miembros de la rebelión, Moscú apoyó el golpe y exige que se cierre la base de EEUU en Manás
El ambiente en Kirguistán sigue en tensión después de que el miércoles la oposición derrocara al presidente Kurmanbek Bakíyev. Rusia, que hasta ahora no había criticado la rebelión, decidió enviar ayer tropas al país para proteger sus bases militares. Según algunos miembros del nuevo Ejecutivo, Rusia ayudó en la caída de Bakíyev y quiere que se cierre la base militar estadounidense de Manás.
El nuevo Gobierno de transición, encabezado por la ex ministra de Exteriores, Roza Otunbáyeva, trata de controlar la capital, Bishkek, con un despliegue masivo de seguridad.
Según Reuters, durante toda la noche se pudieron escuchar disparos esporádicos.
Un portavoz del gobierno interino dijo que no hubo víctimas. "Está otra vez tranquilo en la capital. Nadie murió anoche", dijo, Abdykalyk Ismailov. "Todavía quedan algunos grupos de saqueadores pero la ciudad está en su mayor parte bajo control", agregó.
Esta mañana, grupos de cuatro o cinco hombres armados vigilaban las principales esquinas en el centro de la ciudad.
El jefe del Estado Mayor ruso, el general Nikolai Makarov, informó a la prensa del envío de 150 paracaidistas repartidos entre dos compañías a la base aérea de Kant, según Europa Press. Estas tropas custodiarán además la Embajada y otras instalaciones diplomáticas.
Rusia y EEUU lo vieron con normalidad Ambos países, con intereses estratégicos allí, no se pronunciaron en contra de la rebeliónLos nuevos líderes kirguisos disolvieron el parlamento el jueves, un día después de que manifestantes asaltaron los edificios gubernamentales.
Bakíyev se vio obligado a huir hacia Jalalabad, su bastión en el sur del país.
Bakíyev se negó ayer a renunciar, aunque se ofreció a hablar con los líderes de la oposición. Ésta controla la casi totalidad del país, una ex república soviética de 5,3 millones de habitantes.
En los incidentes murieron al menos 75 personas. Los hechos han ensombrecido la firma ayer del pacto de reducción de arsenales nucleares entre el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su homólogo de Rusia, Dmitri Medvédev.
Las bases, en el centro de la disputaMientras ambos presidentes sellaban el tratado, un alto cargo de la delegación de Medvedev instó a Kirguistán a cerrar la base aérea de Manás, que Estados Unidos posee en el país.
Fentes del nuevo gobierno kirguiso aseguraron ayer que Rusia había ayudado en el derrocamiento de Bakíyev y que ellos querían cerrar la base. Esas declaraciones contrastan con las de la nueva presidenta que en una rueda de prensa aseguró que había muchas posibilidades de que la base siguiera funcionando.
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