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Scotland Yard se juega su reputación en la boda real de Londres

La policía sólo teme que un grupo islamista radical celebre una manifestación el viernes

IÑIGO SÁENZ DE UGARTE

Después de varias intervenciones nada brillantes en los disturbios ocurridos en los últimos meses, Scotland Yard se juega casi tanto como la familia real en la boda del príncipe William con Katy Middleton. Con su reputación en juego, no se puede permitir ningún error.

Por eso, 5.000 policías estarán disponibles el viernes tanto para dar seguridad al recorrido de los príncipes tras la ceremonia como para intervenir en cualquier punto de la ciudad.

Scotland Yard admite que no existe ninguna amenaza concreta. La situación era muy diferente en 1981, con ocasión de la boda de Carlos y Diana. Por entonces, la actividad del IRA suponía una amenaza real de atentados. Hubo 5.000 policías, uniformados y de paisano, tan sólo en el recorrido de los príncipes desde la catedral de San Pablo.

Ya se ha tomado algunas medidas preventivas. La policía ha detenido a seis personas que participaron en los disturbios que se produjeron el día de la manifestación de los sindicatos contra la política económica del Gobierno, aunque no en la propia manifestación. Ya están en libertad pero con la condición de que no pueden presentarse el viernes en el centro de Londres.

El número de personas a las que se ha impuesto esta prohibición es ya de 68. Este tipo de medidas son legales y se han utilizado en el pasado contra hinchas violentos de equipos de fútbol. 

El mayor problema de seguridad lo presenta el grupo islamista radical Musulmanes contra las Cruzadas, que pretende celebrar una manifestación no autorizada el día de la boda. En su web, el grupo tacha a los miembros de la familia real de “criminales de guerra” y anuncia que boicoteará la boda.

La policía tiene derecho a impedir cualquier concentración en el recorrido del cortejo real, pero no necesariamente a impedir una manifestación en otros puntos de la ciudad, si se ha comunicado antes su celebración.

El grupo islamista se niega a colaborar con la policía y no es probable que comunique sus intenciones. Sus miembros no son muchos, pero puede haber problemas. El grupo ultraderechista Liga de Defensa de Inglaterra promete que se enfrentarán a los islamistas si salen a la calle.

La policía intentará borrar la imagen de incompetencia que dio durante las protestas estudiantiles. No pudo evitar que un grupo de jóvenes atacara el coche del príncipe Carlos y su mujer cuando acudían a un concierto. Los atacantes rompieron una ventana y llegaron a golpear con un palo en el costado a Camilla Parker-Bowles.

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