Este artículo se publicó hace 13 años.
Seúl vuelve abrir la puerta al diálogo con Pyongyang
El presidente surcoreano vuelve a atacar a su vecino norcoreano y le pide disposición y seriedad
El presidente surcoreano, Lee Myung-bak, dijo este lunes, en un discurso televisado a la nación con motivo del Año Nuevo, que la puerta hacia la paz con Corea del Norte sigue abierta, aunque Pyongyang debe mostrar su disposición al diálogo.
"Quiero recordar al Norte que el camino hacia la paz está aún abierto. La puerta del diálogo está abierta", indicó Lee en un discurso repleto de menciones al régimen de Pyongyang, cuyas relaciones con Seúl pasan por uno de sus peores momentos desde el fin de la Guerra de Corea (1950-53).
Lee afirmó que Corea del Norte, con el que el Sur firmó al fin de la guerra un armisticio pero no un tratado de paz, debe mostrar "seriedad" y demostrar con hechos sus intenciones de acercamiento.
Además, dijo que Seúl tiene la intención de mejorar "drásticamente" la cooperación económica con su vecino.
Un papel "justo y responsable"Lee pidió a los miembros de la comunidad internacional implicados en el problema norcoreano que desempeñen un papel "justo y responsable", en alusión a los participantes en las conversaciones a seis bandas para la desnuclearización de Pyongyang, en las que participan las dos Coreas, EEUU, China, Japón y Rusia.
Lee comparó el ataque norcoreano con el 11-S
En algo más de 20 minutos de discurso, el presidente Lee recordó el ataque norcoreano a la isla surcoreana de Yeonpyeong el pasado 23 de noviembre en el que fallecieron dos civiles y dos militares del Sur y que llevó la tensión entre las dos Coreas a uno de sus peores momentos en décadas.
Para el presidente, esta "provocación", en su opinión equivalente al atentado del 11-S, iba contra el compromiso de Seúl por la paz y ha permitido revelar la necesidad de un cambio en la política de seguridad del país asiático.
Renunciar a la "aventura nuclear"Lee pidió un mayor acercamiento con el pueblo norcoreano para trabajar por su libertad y su prosperidad, al tiempo que exigió a Pyongyang "que renuncie a su aventura nuclear y militar".
Las conversaciones para la desnuclearización de Corea del Norte están suspendidas desde finales de 2008, mientras que Pyongyang ha vuelto a recibir críticas de Seúl, Washington y Tokio por anunciar un supuesto programa de enriquecimiento de uranio en noviembre.
En los asuntos internos, Lee recordó en su discurso la fortaleza de la economía surcoreana, que espera que en 2011 crezca alrededor del 5 por ciento, y la importancia de seguir mejorando en sus sectores punteros para que el país se convierta en los próximos diez años en una potencia mundial.
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