Este artículo se publicó hace 12 años.
"En Siria no hay una guerra. Es una masacre indiscriminada"
Los periodistas europeos que han conseguido salir de Homs relatan sus vivencias. La Cruz Roja sigue negociando para poder hacer llegar la ayuda humanitaria
El secretario general de la ONU, Ban Ki- moon, dice haber recibido "informes espeluznantes" de Siria, según los cuales, las tropas del régimen de Bashar al Asad estarían encarcelando, torturando y ejecutando de forma indiscriminada a la población de la asediada y destrozada ciudad de Homs.
Algunos de esos informes podrían ser las narraciones que han hecho los periodistas europeos que lograron huir del barrio de Baba Amro, la zona del país más castigada por la violencia. Uno de ellos, el fotógrafo británico Paul Conroy, no duda en calificar la situación de "masacre indiscriminada".
"Una vez que las cámaras se han ido, como ocurre ahora, Dios sabrá lo que está ocurriendo. Ya es demasiado tarde para cualquier tipo de diálogo, es más, el tiempo para hablar ya se ha acabado, ahora la masacre y los asesinatos se están produciendo a toda velocidad. No sé cómo podemos estar así, viendo esto. No es una guerra, es una masacre. Una masacre indiscriminada de hombres, mujeres y niños", ha relatado.
"No sé cómo podemos estar así, viendo esto. No es una guerra, es una masacre"
No es el único. Los dos periodistas franceses que fueron repatriados ayer, Edith Bouvier y William Daniels, han destacado que los rebeldes que les ayudaron a escapar son "héroes que están siendo masacrados, el mundo entero lo sabe y no pasa nada". Ambos han denunciado la negativa de las autoridades sirias a que una ambulancia de la Cruz Roja Internacional pudiera acercarse a ellos para transportarlos a un hospital tras ser heridos.
Williams y Bouvier han relatado cómo los activistas de Baba Amro les intentaron sacar del barrio junto al también rescatado periodista español de El Mundo Javier Espinosa por unos túneles por los que evacuaban a otros heridos. La operación se vio abortada aparentemente por un ataque del ejército sirio. Finalmente fueron sacados de la ciudad en coche por un itinerario del que no quisieron dar detalles para no poner en peligro a quienes les ayudaron.
La Cruz Roja sigue negociandoConroy también se acuerda de los activistas y de los residentes de Homs, a los que ha enviado un mensaje de apoyo a los residentes después de pedir a la comunidad internacional que "olvide la geopolítica, que olvide las reuniones y todo lo demás, y que haga algo". "Por favor, envíen ayuda, la necesita, esto va más allá de las reuniones, necesitan que ocurra algo", ha suplicado.
Un convoy con alimentos y medicinas espera a poder entrar en Baba Amro
Mientras, la ayuda humanitaria no llega. La Cruz Roja ha avisado de que las autoridades sirias todavía no les han dejado entrar en Baba Amro. Hicham Hassan, un portavoz de la organización, ha destacado desde Ginebra la importancia de hacer llegar la ayuda hoy mismo mientras negocian con el régimen para poder mover el convoy con ambulancias y siete camiones llenos de comida y otros suministros que se encuentra a la espera en Homs.
Save the Children también ha insistido en la necesidad vital de que se permita a las organizaciones humanitarias el acceso sin restricciones al país. La entidad ha advertido de la difícil situación que padecen los niños en Siria, donde muchos han quedado atrapados en sus hogares durante semanas. "Necesitamos que la gente en todo el mundo se una para pedir un inmediato cese de la violencia para que podamos ayudar urgentemente a los niños", dijo hoy al director de la entidad, Justin Forsyth.
Cadáveres recuperadosDiplomáticos occidentales han recuperado los cadáveres del periodista francés Rémi Ochlik y de la estadounidense Marie Colvin tras recogerlos en el Hospital Universitario de Damasco. Los informadores murieron en Baba Amro en el mismo bombardeo en el que resultaron heridos el resto de reporteros.
Diplomáticos occidentales se han hecho cargo de los cuerpos de los periodistas Marie Colvin y Rémi Ochlik
Por otro lado, al menos 20 personas han muerto y otras 20 han resultado heridas por la explosión de un coche bomba detonado por un supuesto terrorista suicida en el centro de la ciudad de Deraa, ciudad donde comenzaron las protestas contra el régimen hace casi un año, según ha informado la agencia oficial siria Sana.
Este ataque se suma a otros atentados terroristas que han sacudido Siria en los últimos meses, principalmente en Damasco y Alepo. Unas 30 personas perdieron la vida y 235 sufrieron heridas el pasado 10 de febrero en un doble atentado contra dos sedes de la Agencia de Inteligencia de la Policía Militar y de las fuerzas antidisturbios en Alepo, la segunda ciudad de Siria y la más importante del norte.
Todavía existe confusión acerca de la autoría de estos ataques suicida, que el Gobierno sirio atribuye a "grupos terroristas que cuentan con el apoyo de países árabes y occidentales". Esta semana, un grupo radical islámico hasta la fecha desconocido autodenominado "Yebha al Nasra" (Frente de la Victoria) asumió a través de un mensaje en internet la autoría de los atentados cometidos a principio de año en Alepo y Damasco.
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