Este artículo se publicó hace 17 años.
El SPD insiste en ilegalizar a los neonazis alemanes
Alemania sigue sin saber qué hacer con el Partido Nacional Democrático (NPD), la principal formación neonazi.
Los socialdemócratas decidieron la semana pasada en su congreso de Hamburgo dar una nueva oportunidad a un proceso de prohibición del NPD. Pero ayer, los Estados federados alemanes gobernados por democristianos anunciaron su rechazo.
El primer intento de prohibir el NPD acabó en un vergonzoso fiasco en 2003. El Tribunal Constitucional frenó la iniciativa por considerar que el proceso de prohibición no respetaba los principios del Estado de derecho. El motivo fue que la cúpula del NPD estaba masivamente infiltrada por agentes secretos. El mismo Estado que coloca topos en la dirección de un partido no está legitimado para prohibirlo.
El tema ha vuelto al orden del día después de que los socialdemócratas lo incluyeran entre las resoluciones de su congreso "histórico" de Hamburgo, en el que aprobaron un programa con el que pretenden virar a la izquierda y recuperar la confianza perdida de miles de votantes. Pero la iniciativa sólo puede tener éxito si se suman a ella los democristianos de la canciller Angela Merkel.
Ayer, el coordinador de los ministros de Interior de los länder democristianos, Volker Bouffier, hizo saber a través de un diario regional que la Unión Demócrata Cristiana (CDU) no está dispuesta a seguirles el juego a sus rivales socialdemócratas, socios menores de la coalición de Merkel: "Hay que combatir al partido políticamente con el fin de quitarle el encanto".
En un país que en 2006 registró cerca de 11.000 delitos violentos relacionados con la ultraderecha, el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) quiere volver a intentarlo renunciando a los informantes de los servicios secretos en la formación neonazi, pero la CDU considera que éstos son "irrenunciables" para estar al tanto de su evolución interna. La propia Merkel ofreció su visión del asunto, también a través de un medio minoritario, el diario de la comunidad judía Jüdische Allgemeine. Si un segundo intento volviera a fallar, ese fracaso sería "exactamente la señal equivocada" para frenar a la ultraderecha en Alemania, señaló. "No podemos caer en la creencia de que sólo prohibiendo un partido se puede solucionar el problema del extremismo derechista", añadió.
Mientras tanto, el NPD sigue diversificando estrategias para ampliar su apoyo entre la población, sobre todo en zonas del este del país donde el índice de desempleo llega al 30%. Últimamente, el partido concentra sus esfuerzos en los patios de colegio, donde reparte revistillas de propaganda xenófoba y antisemita.
Los neonazis están cambiando su imagen para ganarse simpatizantes. Comparten consignas con la extrema izquierda sobre la guerra de Irak, interpretada en clave antisemita. No todos llevan la cabeza rapada. No es raro ver a alguno con camiseta del "Che" Guevara. Y, como advertía esta semana en una entrevista para el portal de noticias "Spiegel Online" el ministro del Interior de Brandeburgo, Jörg Schönbohm, cada vez hay más con traje y corbata.
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