El portavoz de los talibanes, Suhail Shaheen, ha pedido a la comunidad internacional, a través de su cuenta de Twitter, que libere los mil millones de euros "prometidos" para ayudar a Afganistán, que, desde la toma de poder de los fundamentalistas el pasado 15 de agosto, ha visto acentuada la crisis humanitaria y parlamentaria en la que ya se encontraba sumido. Y, de acuerdo a Naciones Unidas, más de la mitad de la población residente en el país se enfrentará a una de las peores crisis alimentarias a nivel mundial.

Shaheen ha destacado que, durante una cumbre virtual del G20 para Afganistán, se prometió dar esa cantidad en beneficio de "todos los pobres, vulnerables y personas desplazadas". Asimismo, considera que se trata de un gesto "necesario" dado que "el invierno está a la vuelta de la esquina".

Por otro lado, ha expresado que el Gobierno del Emirato Islámico de Afganistán "está dispuesto a cooperar plenamente a través de las agencias canalizadas y otras ONG sobre el terreno", alegando que "la asistencia humanitaria no pondrá fin" a su "responsabilidad compartida y mutua hacia la inminente migración, hambruna y crisis humanitaria" del país. 

Por lo tanto, concluye con que hacen un llamamiento para apoyar al país descongelando los "casi diez mil millones de dólares del pueblo afgano y reanudando la ayuda para el desarrollo y los proyectos prometidos" al país en la Conferencia de Ginebra de 2020. 

El llamamiento del portavoz talibán se une a los que ha hecho la Organización de Naciones Unidas a lo largo de las últimas semanas con el objetivo de que la economía afgana comience su recuperación mientras decide cómo gestionar la sanción de la comunidad internacional contra los talibanes. 

Por su parte, los estados que forman parte del G20, que este fin de semana celebrarán su cumbre en Roma, el pasado 12 de octubre acordaron destinar una ayuda humanitaria al país afgano, asumiendo que, si quieren  ponerlas en marcha, deberán dialogar con el gobierno fundamentalista.