La tardía evacuación de españoles desde Gaza arranca con incertidumbre: “Sigo esperando. Mi mujer no está en las listas”

Han tenido que pasar 38 días para que los primeros españoles de origen palestino puedan salir de la devastada Franja de Gaza. Una pesadilla que iba en aumento cada uno de los últimos 11 días en los que ninguno de los cerca de 180 identificados aparecía en las listas de posibles evacuados que se publicaban cada 24 horas previo acuerdo entre Israel, Hamás, Egipto y terceros países.

Estadounidenses y alemanes, holandeses y jordanos, franceses e ingleses; incluso ucranianos, moldavos, rumanos, indonesios o croatas... ciudadanos de hasta 24 nacionalidades diferentes empezaron a salir antes que los palestinos con nacionalidad española y sus familiares, sin que por el momento se haya informado de los motivos de este retraso. Los dos únicos españoles evacuados los primeros días no eran de origen palestino, sino un anestesista de Médicos Sin Fronteras y un trabajador de Naciones Unidas.

Israel autoriza la salida de 80 españoles

El Ministerio de Asuntos Exteriores, Cooperación y Unión Europea (MAEC) ha guardado un celoso silencio sobre este asunto durante este largo y mortífero mes para los habitantes de Gaza. Este lunes, José Manuel Albares confirmó la salida de los primeros 40 (33 hispano-palestinos y siete familiares). Entre ellos había sobre todo familias con menores de corta edad y ancianos, precisó el ministro desde Bruselas, donde presidía el consejo de titulares de Exteriores de la UE.

Según Albares, España ya cuenta con la autorización israelí para que este martes puedan salir otros 80 palestinos con pasaporte español y familiares directos. “Hemos trabajado desde el primer minuto para ello y no vamos a cejar hasta que el último de ellos que desea salir lo pueda hacer”, subrayó el ministro.

Sin embargo, fueron los propios familiares desde España y algunos de los propios atrapados en la Franja quienes comenzaron a presionar desde los medios de comunicación para exigir al Gobierno una evacuación durante la primera semana de guerra. Exteriores ni siquiera facilitó cifras de los ciudadanos con pasaporte español atrapados en el enclave una vez que Israel decretó el estado de guerra contra las milicias palestinas. Fueron fuentes del Ministerio de Defensa las que arrojaron un primer balance de españoles (unos 140, según dijeron) que esperaban una evacuación urgente.

Pasaron luego semanas hasta que la ministra Margarita Robles anunciara el inicio de las evacuaciones (que se elevaron a unas 180) desde que EEUU y Egipto, mediadores entre Israel y Hamás respectivamente, desbloquearon el acuerdo para la salida de extranjeros y palestinos con doble nacionalidad de Gaza, el pasado 2 de noviembre.

Deberían haber salido hace más de una semana, según calculaba Robles, pero día tras día los nombres de los españoles quedaban fuera de las listas para angustia, desconcierto e indignación de los atrapados y de sus familiares. Albares tan solo aseguró la pasada semana que la operación era “especialmente compleja” y que no daría información hasta que estuviera avanzada. Este lunes, por fin, anunciaba la salida de Gaza de las primeras 40 personas, entre ellas, una veintena de menores que, durante la tarde del lunes, finalizaron el largo proceso burocrático hasta abandonar completamente el lado egipcio del paso fronterizo de Rafah en varios autobuses con destino a El Cairo.

Un respiro para los familiares

Hisham Alsayed, palestino con nacionalidad española y residente en València, respira ahora “un poco más tranquilo”, aunque la tensión continuará, explica por teléfono, hasta que vea salir de la Franja a su mujer. Ella no tiene nacionalidad española, aunque sí cuenta con permiso de residencia permanente en España. Viajó hace algo más de dos meses a Gaza para visitar a su familia y ya no pudo salir. “Su nombre no está en la lista de los primeros evacuados. Espero que esté en la de mañana”, confiaba Alsayed durante la tarde del lunes.

Mi mujer es muy nerviosa, irá a pie a la frontera si no hay coches disponibles

Hisham Alsayed, español de origen palestino

Según explica, su mujer está bien, “aunque muy nerviosa”. Aún tiene que conseguir llegar hasta el paso de Rafah. “Lleva semanas en casa de familiares en la ciudad esperando para salir, pero está lejos del puesto fronterizo. En coche tardaría 15 minutos, pero ha habido muchos bombardeos en la zona, casi no hay gasolina y es muy difícil encontrar un vehículo”, asegura. “Hablé con ella esta mañana. Esta noche, en cuanto pueda, se va a acercar a la frontera. Si nadie puede llevarla, irá caminando”, relata.

La tensión también es máxima para Tamer Hamdam, médico palestino, también vecino de València. Sus padres, su hermano y su mujer, tres hermanas y sus maridos y varios sobrinos de corta edad llevan varias semanas en Rafah a la espera de una evacuación. Todos vivían en la ciudad de Gaza y otras ciudades del norte de la Franja, aunque sus casas fueron bombardeadas durante los primeros días de la guerra. “La mitad de mi familia estaba en la lista de este lunes. Hoy esperamos que pasen al lado egipcio. La otra mitad espero que salgan en los próximos días”, explicaba a Público la mañana de este lunes.

Grupos de 30 o 40 personas

Salah Awad El Sousi, coordinador de la comunidad española atrapada en Gaza, ha señalado que el resto irá saliendo en tandas de entre 30 y 40 personas al día. Aunque los plazos son inciertos y dependen de que tanto Egipto como Israel den luz verde a las listas que elabora Hamás, autoridad en el enclave. Una vez cruzado el paso gazatí de la frontera de Rafah, personal de la Embajada Española en Egipto espera a los evacuados para asistirlos en el segundo puesto de control. Allí, las autoridades egipcias tienen que dar el visto bueno a los documentos de identificación, los salvoconductos y los visados temporales de tránsito que exigen para el proceso.

Una vez superado este punto, los evacuados son trasladados hasta El Cairo, a unas ocho horas de viaje en autobús. Desde allí se espera que sean traslados a España en un avión del Ejército del Aire con destino a la base de Torrejón de Ardoz (Madrid), aunque ni Defensa ni Exteriores confirman qué día despegará. Diferentes fuentes consultadas apuntan a que los evacuados que vayan llegando a El Cairo esperarán a que se complete la evacuación del resto.

La intención es que puedan volar todos juntos hasta España. Varios familiares aseguran que hay reservas de hoteles en la capital egipcia. Sin embargo, Egipto solo permite a los evacuados una estancia máxima en el país de 72 horas. Esta es la razón por la que los familiares creen que este martes saldrá la mayor parte de los evacuados, tal y como Israel ha confirmado al Gobierno de España.

Por el momento no se han dado detalles del operativo de recepción en Madrid de los evacuados, aunque las fuentes consultadas aseguran que una parte de ellos no tiene ni familia ni lugar de residencia en España a pesar de tener la nacionalidad, por lo que se estudian medidas para garantizar su acogida. Otros, explican fuentes oficiales, cuentan con familiares en otros países europeos y es probable que prefieran ir con ellos.

Hispano-palestinos aún en el norte de Gaza

La operación sigue abierta y los bombardeos israelíes continúan de forma indiscriminada, también en las ciudades del sur de la Franja, como Rafah o Jan Yunis, donde espera la gran mayoría de palestinos con pasaporte español y, en general, más de 1,6 millones de gazatíes a los que Israel ha obligado a desplazarse desde el norte.

Allí sus tropas ya atacan por tierra, mar y aire tanto a las milicias palestinas como a la población civil que se refugia en sus casas, en hospitales, escuelas, iglesias o mezquitas. Varios familiares consultados aseguran que aún quedan varios hispano-palestinos atrapados en el norte de la Franja cuya llegada hasta la frontera con Egipto puede resultar complicada por las cortas pausas israelíes en los bombardeos, la falta de vehículos y combustible y el mal estado de las carreteras.

Sin “alto el fuego humanitario”

Albares, durante la reunión en Bruselas, ha insistido en la necesidad de un “alto el fuego humanitario” ante la “insoportable cifra de civiles palestinos muertos” a manos israelíes (cerca de 11.000, entre ellos, unos 4.500 menores) y la “insuficiente” ayuda humanitaria que Israel permite entrar desde Egipto desde hace 12 días.

Cada vez encontrabas menos comida y el agua no era higiénica

Amelia Julia Sayans, española evacuada desde Gaza

“Estábamos muy mal, no había gas, agua ni comida, los alimentos que quedan están cada vez peor” y hay “bombardeos por todos lados”, relataba a EFE Amelia Julia Sayans, española de 70 años, casada con un gazatí, que logró cruzar el lunes el paso fronterizo de Rafah.

“Nos despertamos por la noche cuando disparan o bombardean. Cada vez encontrabas menos comida. El agua se tenía que ir a buscar, había que subir bidones, pero no está en buenas condiciones, no es higiénica, es como agua de mar, salada”, declaraba a la agencia española. Su marido, añadía, ha preferido quedarse y “esperar a recoger lo que haya entre escombros” de su casa, “totalmente destruida”, en la localidad norteña de Beit Hanoun. De allí huyeron en los primeros días de la guerra para llegar a Jan Yunis, desde donde este lunes Sayans pudo llegar a Rafah y salir hacía Egipto.

40 muertos en Jan Yunis

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) mantienen pausas de varias horas al día en sus operaciones militares para facilitar la salida de civiles desde el norte de la Franja. Calculan que desde el 5 de noviembre han usado estos corredores unas 200.000 personas, aunque no hay ningún lugar seguro, libre de los ataques hebreos. Este lunes, por primera vez, los pasillos anunciados por el portavoz militar israelí incluyeron la ciudad de Rafah entre las 10.00 horas y las 14.00, según la información de las FDI.

Esta pausa es de vital importancia para los evacuados con pasaporte español y sus familiares que aún no se encuentran en Rafah. Una parte está en Jan Yunis, a unos diez kilómetros de la frontera con Egipto. A menos de dos kilómetros de la ciudad, la aviación hebrea arrasó este lunes la estación de autobuses de la localidad anexa de Beni Suheila. Más de 40 personas murieron y decenas resultaron heridas en el bombardeo israelí, según las autoridades palestinas.

Visita de Borrell

El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, anunció este lunes que iniciará el miércoles una gira por Oriente Medio, incluyendo Israel, Palestina, Baréin, Arabia Saudí, Catar y Jordania para abordar el acceso humanitario a la Franja de Gaza y una solución al conflicto a través del diálogo.

En su agenda está una desescalada del conflicto y, sobre todo, una pausa prolongada en los ataques israelíes, así como el aumento de entrada de ayuda humanitaria. Su objetivo es conseguir la apertura de más vías de acceso además del paso de Rafah. Aboga por la apertura de más puestos fronterizos o incluso de una vía marítima desde Chipre, aunque por el momento Israel no parece dispuesto a permitirlo.