Este artículo se publicó hace 13 años.
Un testigo declara que Michael Jackson ya estaba muerto en su mansión
El director de logística del cantante insiste en que Murray le ordenó que metiera medicinas, como el propofol, en bolsas
Este viernes se ha celebrado en Los Ángeles la tercera jornada del juicio que sienta en el banquillo al médico Conrad Murray por la muerte de Michael Jackson con la continuación de la declaración del director de logística de la estrella del pop, Alberto Álvarez.
Álvarez ha sembrado las dudas sobre el momento de la muerte del 'rey del pop', asegurando que parecía estar muerto antes de que llegara el personal sanitario con la ambulancia a su mansión. Álvarez, es uno de los testigos claves para esclarecer los hechos, ya que fue de las primeras personas en llegar al dormitorio del artista el pasado 25 de junio de 2009, día en que falleció el cantante.
De hecho, ha podido relatar al jurado como encontró a Jackson tumbado boca arriba sobre su cama con la cabeza mirando hacia la puerta, con los ojos y la boca abiertos, mientras que su médico personal, el cardiólogo Conrad Murray, acusado de homicidio involuntario, le intentaba reanimar presionando sobre su pecho con la mano izquierda.
Durante el juicio se ha explicado que la manera de proceder de Murray es contraria al protocolo básico a seguir cuando se hace esta técnica de reanimación, que debe ser ejecutada sobre una superficie dura y ejerciendo presiones rítmicas en el tórax con las dos manos. Según Álvarez, durante los minutos que él estuvo en la estancia, en ningún momento hubo indicios de que Michael Jackson estuviera vivo.
En ningún momento hubo indicios de que Michael estuviera vivo
Pero Álvarez no se ha centrado sólo en estos aspectos más técnicos. Ha recordado como Murray le gritaba "Alberto, deprisa, tenemos que conseguir una ambulancia y llevarlo a un hospital", en el momento en el que Paris, la hija de Jackson de 13 años, entraba en el cuarto con su hermano Prince, de 14, gritando "¡Papi!" entre lágrimas.
"No les dejes ver a su padre así". El director de logística reconoce que, en vez de pedir auxilio, su primera reacción fue hacer caso a las peticiones del médico y sacar a los niños del dormitorio.
Según Álvarez, Murray dejó de hacer el masaje cardíaco a Jackson y le ordenó que metiera frascos de medicamentos en bolsas así como un líquido de color blanco que colgaba de un gotero conectado a la pierna del artista por vía intravenosa. Esa sustancia ha sido reconocida por el tribunal como propofol, el potente anestésico que la autopsia determinó como causa principal de la muerte de Micahel Jackson.
Tras Álvarez, el siguiente testigo en subir al estrado este viernes ha sido Kai Chase, la cocinera de Jackson desde marzo de 2009, quien explicó que cerca de las 12.10 del mediodía del 25 de junio, el doctor Murray apareció en la cocina "nervioso". "Consigue ayuda, que venga seguridad, que venga Prince (el hijo mayor de Jackson)", le gritó el médico.
Murray se enfrenta a una posible condena de 4 años
La acusación sostiene que Conrad Murray actuó con una "flagrante negligencia" en el cuidado de Michael Jackson y su mala praxis llevó directamente a la muerte del artista por sobredosis de medicamentos, además, la Fiscalía entiende que el doctor trató de ocultar pruebas antes de que llegaran los servicios de emergencia.
Conrad Murray, de 58 años, se declaró no culpable de los cargos, pero se enfrenta a una pena de hasta 4 años de cárcel si le encuentran culpable, una decisión que no se conocerá hasta dentro de cinco semanas aproximadamente.
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