Este artículo se publicó hace 17 años.
La UE logra un acuerdo para sacar adelante un nuevo Tratado que desbloquea seis años de desencuentros
Los líderes de la UE se han puesto de acuerdo esta madrugada sobre el nuevo tratado que sustituirá a la fallida Constitución
Los líderes de la UE se han puesto de acuerdo esta madrugada sobre el nuevo tratado que sustituirá a la fallida Constitución y que pretende modernizar las instituciones comunes y fortalecer la presencia de la Unión Europea en el mundo.
El nuevo Tratado, que será firmado en Lisboa el 13 de diciembre, recibió finalmente el visto bueno de los 27 gobiernos de la Unión después de una dura negociación con Polonia e Italia y la aceptación parcial de las condiciones que planteaban para firmar el documento.
La presidencia de la UE, que desempeña Portugal este semestre, consiguió su propósito de sacar adelante el que se conocerá como Tratado de Lisboa tras negociar individualmente con Roma, que consigue un eurodiputado más, y Varsovia, que logra garantías adicionales para el ejercicio de su capacidad de bloqueo.
"Es una victoria para Europa", dijo el primer ministro dePortugal, José Sócrates en una comparecencia ante la prensa en compañía del presidente de la Comisión Europea, el también portugués José Manuel Durâo Barroso.
El resultado pone fin a seis años de disputas institucionales en el seno de la UE y a un periodo de parálisis que dará paso, a partir de este mismo viernes, a otras prioridades mucho más relevantes para los ciudadanos, según recalcó Barroso.
Acuerdo con Polonia e Italia
El primer ministro luso habló con el presidente polaco, Lech Kaczynski, para que aceptara la formula de consenso propuesta, según fuentes portuguesas. Ésta consiste en recoger en una declaración la revisión del mecanismo del llamado "compromiso de Ioannina", que permite en circunstancias excepcionales suspender una decisión de la UE aunque no se disponga de la minoría necesaria para bloquearla, y añadir un protocolo al tratado donde se garantiza que dicho mecanismo sólo podrá modificarse por consenso.
Según explicó el propio Sócrates, la fórmula fue propuestaa la delegación polaca después de la "foto de familia" de la cumbre, su aceptación por el presidente Kaczynski abrió el camino para desbloquear el resto de los asuntos pendientes.
En particular, a Italia se la convenció concediéndole un diputado más de los que le atribuía la propuesta de reforma aprobada por el Parlamento Europeo (informe Lamassoure/Severin), lo que le permite igualar a Francia en 73 escaños a partir de 2009. El techo de 750 eurodiputados fijado por el tratado queda, en realidad, respetado, porque al presidente del Parlamento no se le contará como eurodiputado (750 más 1).
Política exterior común
Un último ajuste institucional giró en torno a la designación del futuro Alto Representante de la Unión, cargo que ejerce el español Javier Solana. Los Veintisiete acordaron en que el nuevo Alto Representante será nombrado el 1 de enero del 2009, fecha de entrada en vigor del Tratado de Lisboa, pero de manera provisional hasta que pueda ser confirmado en noviembre cuando se constituya la nueva Comisión Europea, de la que será también vicepresidente.
La cumbre de Lisboa fue la primera en la que participó el primer ministro británico, Gordon Brown, aunque las miradas se concentraron más en el presidente francés, Nicolás Sarkozy, por el anuncio de su divorcio.
El gobernante galo pareció más discreto y apagado que de costumbre en la cumbre informal de Lisboa, apenas unas horas después de anunciarse en París el divorcio de su esposa Cecilia, aunque se esforzó en mostrar un lado amable y ofreció una sonrisa poco convincente al llegar a la sede de la reunión.
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