La Unión Europea está preparada para ampliar el espectro de sus sanciones contra Siria con el fin de aumentar la presión sobre el régimen de Bachar al Asad, aunque todavía no se plantea cerrar su oficina de representación en el país, algo que sí ha hecho EEUU, que ha clausurado su embajada, o el Reino Unido, que ha llamado a consultas a su embajador.

Lo que sí estudia la UE son fórmulas para endurecer sus sanciones, que deberían adoptarse de aquí a la próxima reunión de ministros de Exteriores del bloque, prevista para el día 27 de este mes. Su intención es limitar aún más la capacidad de las autoridades para mantener la represión de las protestas, ha explicado una fuente diplomática.

Los Veintisiete tienen ya en vigor sanciones sobre los sectores energético, financiero, bancario y comercial en coordinación con EEUU, además de las que afectan a cerca de un centenar de individuos y decenas de entidades vinculadas al régimen.

Ayer, la UE expresió su decepción por el veto de Rusia y China a la adopción de una resolución de condena al Gobierno de Bachar al Asad en el Consejo de Seguridad de la ONU. 'Lamentamos profundamente que, debido al nuevo veto de Rusia y China, el Consejo de Seguridad no pudiera apoyar el llamamiento de la Liga Árabe en favor de un proceso político inclusivo, dirigido por Siria, llevado a cabo en un entorno de no violencia', indicó en un comunicaco la alta representante de la UE, Catherine Ashton.

La UE, según recordó Ashton, sigue apoyando todos los esfuerzos de la Liga Árabe e insiste en que todos los países de la ONU deben asumir sus responsabilidades. 'Ha llegado la hora de hablar con una sola voz y pedir el final del baño de sangre y un futuro democrático para Siria. Condenamos la matanza y apoyamos a la población siria contra el régimen represivo, dijo.