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La UE opta por la diplomacia de guante blanco frente a Rusia

El presidente francés, Nikolas Sarkozy, asegura que 'no es el momento de sacar pecho'.

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DANIEL BASTEIRO

La Unión Europea aparca, por el momento, la idea de sanciones a Rusia. En una reunión de urgencia convocada por el presidente de turno, Nikolas Sarkozy, los líderes de los 27 estados miembros apercibieron a Rusia diciendo que su comportamiento en el conflicto con Georgia es “inaceptable”, pero rehusaron ir más allá de las advertencias.

Hace días varios líderes europeos aún exigían medidas más contundente. Según Sarkozy, “no es el momento de mostrar el bíceps, sino el de la diplomacia”.

Las conclusiones del Consejo exigen, como ya había hecho la OTAN hace dos semanas, que Rusia se repliegue a las posiciones anteriores al conflicto y reafirman el apoyo a la integridad territorial de Georgia. Mientras no ocurra esto, se decidió posponer las negociaciones con Moscú sobre un nuevo pacto de colaboraciones que regularía las relaciones comerciales.

El texto condena “firmemente la decisión unilateral de reconocer la independencia de Abjasia y Osetia del Sur”, que sitúan a las relaciones entre la UE y Rusia en un “cruce de caminos”.

Desde la convocatoria del Consejo se venía especulando con la posibilidad de castigar a Rusia comercial o diplomáticamente, pero en los últimos días se fue disipando el fantasma de las sanciones hasta quedarse en un “aplazamiento, que no suspensión” de las reuniones bilaterales UE-Rusia, en palabras de la canciller alemana, Angela Merkel.

El jefe del ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, insistió en que las conclusiones reflejan “una UE unida, garante de la paz y la seguridad”, en referencia al plan pactado por Sarkozy y el presidente ruso, Dimitri Medvédev.

Sin embargo, Rusia aún no ha cumplido todos de los seis puntos de este plan. Para Zapatero, “del mismo modo que la UE consiguió el alto el fuego, debe ahora conseguir que se cumpla el plan de paz”. Siempre mediante el diálogo, que “nos conviene a todos” para “no volver atrás en la Historia, para que nada vuelva a ser tan frío como la Guerra Fría”, recalcó el presidente.

Zapatero reconoció tras la cumbre que “las conclusiones de la reunión reflejan al 95% el texto propuesto por Francia”, firme partidaria de agotar la vía diplomática al contrario que el Reino Unido o los países del Este, que reclamaban una mayor contundencia.

La UE actuará también sobre el terreno, con una misión que reforzará a los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ya presentes en la zona. La composición y el mandato de esta misión se decidirá en la próxima cumbre europea, el 15 de septiembre. Hasta entonces, se enviará “inmediatamente” una misión exploratoria.

Sin embargo, en uno de los pocos cambios se introduce la intención de la UE de “intensificar sus esfuerzos en materia de aprovisionamiento de energía”, incluyendo “la diversificación de fuentes y rutas”. A pesar de esto, Sarkozy negó que la dependencia europea de la energía rusa haya sido determinante en la respuesta comunitaria. Según él, “Europa depende de Rusia, pero también Rusia de Europa”, en referencia al hecho de que la población europea triplica a la rusa y su economía es diez veces mayor.

Los 27 acordaron también el envío de un representante especial, que complementará la visita la próxima semana a Moscú del Alto Representante para la Política Exterior, Javier Solana y del propio Sarkozy. Además, se intensificarán las relaciones con Georgia favoreciendo la expedición de visados y el comercio hasta que el país se recupere del conflicto.

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