La UE pide corredores humanitarios mientras Israel prosigue el ataque en el hospital
El hospital de Al Shifa “se ha convertido en una gran prisión, sin agua, ni electricidad ni alimentos, un crimen del que será testigo la historia”
El jefe de la diplomacia europea Josep Borrell ha estado este jueves en Israel, a 4 kilómetros de Gaza, en el kibutz Beeri. Allí, con tibieza, reclamó un “rápido y continuo acceso de ayuda humanitaria” así como la creación de corredores humanitarios.
Israel prosigue, sin embargo, con su ataque a la Franja, donde la situación es extrema: con solo un 10% de los alimentos necesarios ingresando desde del comienzo del conflicto, "se enfrenta a la posibilidad inmediata de morir de hambre", alertó hoy el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas.
Este jueves por segundo día ha centrado su ofensiva en el Hospital al Shifa. Tras empezar ayer de madrugada su incursión en el hospital, que se encuentra en una crisis humanitaria límite, “los soldados avanzan de edificio en edificio, registrando cada piso, mientras cientos de pacientes y personal médico permanecen en el complejo”.
Una fuente aseguró a Efe que el ataque “se realiza de manera discreta, metódica y exhaustiva”, basada a su vez “en interrogatorios” a gente del hospital que se hacen in situ. Según esta fuente, “durante las búsquedas se encontraron ordenadores y otros equipos tecnológicos, información e imágenes de rehenes secuestrados en Israel” el 7 de octubre, en el ataque de Hamás a territorio de Israel.
Personal médico del hospital, el más grande de la Franja y situado en el centro de la ciudad de Gaza, asegura que durante el ataque que arrancó Israel hace ya 41 días no hubo presencia de milicianos ni actividad militar de Hamás dentro del centro médico.
El hospital se encuentra ahora al límite tras no tener combustible para generar electricidad y atender a los más de 600 pacientes que siguen en el centro junto a personal médico y miles de desplazados.
Al Shifa “se ha convertido en una gran prisión, sin agua, ni electricidad ni alimentos, un crimen del que será testigo de la historia”, dijo este jueves el director del centro hospitalario.
“Ya no podemos hacer nada por los pacientes, y si la situación sigue como está, muchos morirán”, agregó en un comunicado difundido por la Oficina de Comunicación del Gobierno de Gaza, controlada por Hamás.
Según denunció, el Ejército “también está arrestando a algunas familias dentro de los almacenes del hospital”, donde el personal médico asegura que se quedará “con los heridos y enfermos y no se irá sin ellos”, después de que las tropas israelíes lleven días rodeando el centro sanitario y pidiendo su evacuación. “Haremos lo imposible para resistir, pero faltan suministros” como agua, advirtió el director de Al Shifa.
Colapso alimentario
El 7 de octubre, Israel declaró la guerra a Hamás tras un ataque del movimiento islamista que incluyó el lanzamiento de cohetes y la incursión de unos 3.000 milicianos que mataron a más de 1.200 personas y secuestraron a más de 240.
Desde entonces Israel lanzó una ofensiva militar por aire, tierra y mar contra la Franja de Gaza que ha dejado más de 11.500 muertos, casi 30.000 heridos, 3.400 desaparecidos y unos 1,7 millones de desplazados que viven en medio del colapso de los hospitales y una crisis humanitaria por la falta de agua potable, alimentos, medicinas, electricidad y combustible.
Un tercio de las muertes desde que empezó la guerra entre Israel y el grupo islamista Hamás en Gaza han ocurrido en el sur del enclave, el mismo sector hacia el cual Israel ordenó a la población del norte evacuar, dijo hoy el jefe de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini.
“En Gaza no hay lugar seguro, ni en el norte, ni en el sur ni en la zona central, ni siquiera los locales de la ONU son seguros”, lamentó en una conferencia de prensa en Ginebra.
Sostuvo que seis semanas después de su inicio, esta guerra ha provocado el mayor desplazamiento forzoso de palestinos de la historia, mucho mayor que el de 1948, cuando la creación de Israel forzó a 750.000 palestinos a abandonar sus tierras, frente a los 1,7 millones en la actualidad.
La población de Gaza, con solo un 10% de los alimentos necesarios ingresando en la Franja desde del comienzo del conflicto, “se enfrenta a la posibilidad inmediata de morir de hambre”, alertó hoy el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas.
“Los suministros de alimentos y agua son prácticamente inexistentes y sólo una fracción de lo que se necesita está llegando a través de las fronteras. Con el invierno acercándose rápidamente, los refugios inseguros y hacinados, y la falta de agua potable, los civiles se enfrentan a la posibilidad inmediata de morir de hambre", dijo la directora ejecutiva del PMA, Cindy McCain.
“No hay manera de satisfacer las necesidades actuales del hambre con un solo cruce fronterizo operativo. La única esperanza es abrir otro paso seguro para el acceso humanitario para llevar alimentos que salvan vidas a Gaza”, señaló McCain en un comunicado.
A principios de esta semana, el PMA confirmó el cierre de la última panadería que operaba en asociación con el organismo debido a la falta de combustible, cuya escasez ha provocado “una paralización devastadora de la producción de pan en las 130 panaderías de Gaza y el pan, un alimento básico para la población de Gaza, es escaso o inexistente”.
La escasez de combustible también está paralizando la distribución y las operaciones humanitarias, incluida la entrega de asistencia alimentaria, explica el PMA, al revelar que “incluso cuando llegaron camiones de Egipto y descargaron suministros en Gaza el martes, no pudieron llegar a los civiles en los refugios debido a la falta de combustible para los vehículos de distribución”.
“Sin acceso a combustible, nuestra capacidad de proporcionar pan o transportar alimentos a los necesitados se ha visto gravemente comprometida, lo que básicamente ha paralizado la vida en Gaza. La gente está pasando hambre”, dijo Samer Abdeljaber, representante del PMA para Palestina.
De los 1.129 camiones que han entrado en Gaza desde la apertura del cruce fronterizo de Rafah el 21 de octubre, sólo 447 transportaban alimentos, según el organismo de la ONU, que alertó de que “el volumen sigue siendo lamentablemente insuficiente: los alimentos que han entrado en Gaza sólo alcanzan el 7% de las necesidades calóricas mínimas diarias de la población”.
“La infraestructura alimentaria de Gaza ya no funciona; sólo el 25% de las tiendas contratadas por el PMA permanecen abiertas y otras se han quedado sin alimentos esenciales. Los mercados locales se han cerrado por completo”, se explica en la nota.
La situación, con pequeñas cantidades de alimentos “a precios alarmantemente inflados” y de poca utilidad sin la capacidad de cocinar, están obligan a obligando a sobrevivir con una comida al día: “Para los afortunados, eso incluye alimentos enlatados, aunque algunas personas han recurrido al consumo de cebollas y berenjenas crudas”.
“El colapso de las cadenas de suministro de alimentos es un punto de inflexión catastrófico en una situación ya desesperada, en la que se ha despojado a la población de sus necesidades básicas”, explicó Abdeljaber.
Nueva etapa
Las tropas israelíes están controlando la parte oeste de la ciudad de Gaza y se encaminan hacia una nueva etapa de su ofensiva terrestre, aseguró este jueves el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant.
“Hemos obtenido control de la parte occidental de la ciudad de Gaza y nos dirigimos a la siguiente fase” de la invasión, dijo el ministro, según un comunicado difundido por su oficina.
Sus declaraciones se producen horas después de que el Ejército israelí anunciara que tomó también control del puerto de Gaza, en la misma zona de la urbe.
“Genocidio”
Las graves acciones cometidas por Israel contra los palestinos “apuntan hacia un genocidio” y un intento evidente de “destruir a un pueblo bajo ocupación”, señaló este jueves un comunicado firmado por más de 30 relatores y otros expertos en derechos humanos de Naciones Unidas.
También hay evidencias de “incitación creciente al genocidio” en forma de llamamientos a una “segunda Nakba”, señala el comunicado en alusión a una posible expulsión masiva de palestinos similar a la que tuvo lugar en 1948, coincidiendo entonces con la creación del Estado de Israel.
Por otra parte, líderes de una veintena de agencias de Naciones Unidas y ONG afirmaron hoy en un comunicado conjunto que no participarán en el establecimiento de ninguna “zona segura” en Gaza si no es acordada por todas las partes en conflicto, en alusión a Israel y Hamás.
Tampoco aprueban la creación de esas zonas “si no se ponen en marcha condiciones fundamentales para garantizar la seguridad y otras necesidades fundamentales, o un mecanismo que las supervise”, subrayaron en el comunicado firmado por organizaciones con sede en Ginebra, Nueva York y Roma.
Borrell en Israel
En este contexto se produjo la visita oficial de Borrell, quien pidió al ministro de Exteriores de ese país, Eli Cohen, que en “cierto momento hay que ver cómo esta guerra se termina”.
“Siento vuestro miedo y vuestro dolor y el de la gente que ha sido atacada, asesinada. Entiendo su ira, pero déjeme pedirle que no deje que la ira le consuma”, dijo Borrell en rueda de prensa.
“Lo que marca la diferencia entre una sociedad civilizada y un grupo terrorista es el respeto por la vida humana y todas las vidas humanas tienen el mismo valor”, añadió.
La Unión Europea (UE) “condena las acciones de Hamás en los términos más duros”, subrayó Borrell, al expresar que el bloque apoya “inequívocamente el derecho de Israel a defenderse a sí mismo en línea con las leyes internacionales y las leyes internacionales humanitarias”.
Asimismo, indicó que “nada justifica lo que los terroristas de Hamás hicieron aquí y en otros lugares, nada justifica el secuestro de mujeres, niños y ancianos de sus casas y que hayan sido llevados como rehenes a Gaza”.
“Una vez más, en el nombre de la UE, pido su liberación inmediata y sin condiciones”, dijo. “Hamás tiene que ser derrotado, pero Hamás no representa al pueblo palestino. Sabemos que la guerra es horrible y lo que hemos visto aquí es horrible. (Pero) un horror no justifica otro horror”, dijo el jefe de la diplomacia europea, al recordar que “civiles inocentes, incluidos miles de niños” han muerto o sido forzados a dejar sus casas.
En este sentido, abogó por la entrada de más ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, hasta ahora insuficiente. “La Unión Europea pide un rápido y continuo acceso de ayuda humanitaria” así como la creación de corredores humanitarios, dijo Borrell en la conferencia, que no admitió preguntas.
El jefe de la diplomacia europea comenzó hoy en Israel una gira que lo llevará a Cisjordania ocupada, Baréin, Arabia Saudí, Catar y Jordania para abordar el acceso humanitario a la Franja de Gaza y una solución al conflicto a través del diálogo.
En marzo pasado Israel se negó a recibir a Borrell en visita oficial por sus posturas y declaraciones sobre la escalada de violencia entre israelíes y palestinos.
Ataque en el norte
Además de la ofensiva en Gaza, el ejército israelí atacó este jueves puestos del grupo chií Hizbulá y de milicias en Líbano en varias tandas de bombardeos, tras los intentos de ataque de milicianos y el lanzamiento de misiles antitanque hacia territorio israelí.
Los ataques israelíes se produjeron desde la madrugada y se fueron intercalando durante la jornada, en otro día de tensión en el área fronteriza, donde se registra un pico de violencia sin precedentes desde hace 17 años que se produce en el marco de la escalada en la región que ha supuesto la guerra entre Israel y Hamás en Gaza.
“Ayer miércoles se lanzó un misil antitanque desde Líbano” hacia “el norte de Israel”, tras lo que las fuerzas israelíes “atacaron un puesto de lanzamiento de Hizbulá desde donde se disparó el misil”, dijo esta madrugada el Ejército israelí en un comunicado.
Este también disparó contra “varios puestos de observación y de lanzamiento adicionales”, así como “un complejo de armas y sitios de infraestructura terrorista” de la milicia Hizbulá, principal actor con el que Israel se enfrenta en Líbano, en el conflicto más duro entre ambas partes tras la guerra de un mes que libraron en 2006.
A su vez, durante la jornada, “aviones de combate del Ejército llevaron a cabo” más ataques contra otros puestos de Hizbulá. Entre otras acciones, soldados “atacaron a una célula terrorista” que “intentaba lanzar misiles antitanque hacia territorio israelí”.
También atacaron con artillería a los puestos de milicianos que intentaron lanzar proyectiles contra “la zona de Misgav Am en el norte de Israel” y hacia posiciones militares del Ejército israelí.
Además, las sirenas sonaron esta tarde en otras comunidades israelíes fronterizas, donde milicianos en Líbano lanzaron cohetes que probablemente cayeron en campo abierto, según el Ejército.
Este añadió que en otro punto se lanzaron más misiles antitanque a un puesto militar israelí, sin que hubiera heridos, tras lo que las fuerzas israelíes volvieron a atacar con artillería, en una dinámica de refriegas de relativa baja intensidad pero que siguen a diario.
Los choques armados se producen desde el 8 de octubre, un día después del inicio de que Israel decidiera atacar Gaza.
Desde el comienzo de las hostilidades en la zona se han registrado al menos 103 muertos: 10 en Israel, 7 soldados y 3 civiles, y al menos 93 en el Líbano, incluyendo 72 miembros de Hizbulá, 8 integrantes de milicias palestinas y 13 civiles.
En Jerusalén
El ministro de Seguridad Nacional, el extremista antiárabe Itamar Ben Gvir, dijo este jueves que su país debe tratar a la Autoridad Nacional Palestina, que gobierna áreas reducidas de Cisjordania ocupada, de la misma forma con que trata al grupo islamista Hamás en la Franja de Gaza.
“Necesitamos tratar con Hamás y la Autoridad Palestina, que tiene puntos de vista similares a los de Hamás y cuyos líderes simpatizaron con la masacre de Hamás, del mismo modo que tratamos con Gaza”, escribió Ben Gvir en su cuenta de la red social X (antes Twitter).
En Jerusalén, al menos cuatro personas resultaron con heridas de bala este jueves, informó la Policía de Israel, al precisar que agentes de seguridad respondieron con disparos y mataron a tres atacantes.
“En el reciente ataque a tiros en el puesto de control de los Túneles de Jerusalén, tres terroristas fueron neutralizados por las fuerzas de seguridad” desplegadas en la zona, indicó un portavoz policial, sin precisar el estado de salud de los atacantes. Consultada por EFE, la Policía precisó que los atacantes perdieron la vida.
Según los primeros reportes oficiales, los agresores llegaron en un vehículo con placas de identificación falsas y abrieron fuego contra las fuerzas israelíes en el puesto de control, que conecta a Jerusalén con Efrat, un asentamiento de judíos en Cisjordania ocupada.
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