Este artículo se publicó hace 2 años.
La UE sube el tono con China e Irán por su postura en la guerra de Ucrania
Durante la segunda y última jornada de cumbre europea, los Veintisiete piden no ser "ingenuos" con Pekín y exigen a Irán que deje de vender armas y drones a Rusia.
María G. Zornoza
Bruselas-Actualizado a
La invasión rusa a Ucrania ha sacudido los pilares del tablero geopolítico. La guerra está tomando una dimensión crecientemente global y la UE mantiene su empeño de disuadir a aquellos países que sientan la tentación de ayudar a Vladimir Putin a librar esta guerra en el país vecino. Tras un maratón nocturno que dejó un acuerdo energético descafeinado, los Veintisiete han dedicado la segunda jornada de la cumbre europea de otoño a la dimensión internacional.
La sensación en Bruselas es que la estrategia de un presidente ruso cada vez más arrinconado en el campo de batalla es aterrorizar a la población con ataques a civiles indiscriminados y poniendo en la diana infraestructuras críticas y cruciales para el abastecimiento de agua y energía. El presidente ucraniano, Vlodimír Zelenski, se dirigió la tarde del jueves a los líderes europeos para advertirles de que Rusia ha destruido un tercio de las centrales eléctricas del país y ha minado la presa hidroeléctrica de Kajovka, lo que podría dejar graves inundaciones en 80 localidades próximas, incluidas Jersón.
La UE cree que el apoyo de Irán a Moscú está teniendo un papel clave en esta escalada. El régimen de los ayatolás ha vendido drones kamikazes a Putin, que estarían aterrorizando a la población civil en ciudades como Kiev. En consecuencia, los europeos han sancionado a tres individuos y una entidad iraní. "La UE condena la entrega de drones iraníes a Rusia y su mortal despliegue en la guerra de agresión contra Ucrania", reza el texto de conclusiones rubricado. La agencia AFP avanza que las medidas restrictivas se dirigen contra la compañía Shahed Aviation y contra responsables militares de alto rango como el general Mohammed Hosseis Baheri, jefe de las Fuerzas Armadas iraníes.
El nuevo desencuentro entre Irán y la UE llega en uno de los peores momentos posibles
El nuevo pulso entre Bruselas y Teherán llega en medio de la brutal campaña del régimen persa contra las protestas en las calles del país. Ya a comienzos de semana, el bloque comunitario acordó sancionar a la policía moral del país por la represión de las protestas desatadas por la muerte de la joven Mahsa Amini. El nuevo desencuentro entre Irán y la UE llega en uno de los peores momentos posibles. Las cada vez más desavenencias ponen en cuarentena el acuerdo nuclear iraní, uno de los grandes logros diplomáticos de la Unión en los últimos años. Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, presentó en agosto una nueva propuesta para resucitarlo después de la puñalada que le asestó Donald Trump. Pero el bloqueo en Estados Unidos, el enfriamiento del reino chií con el eje transatlántico a cuenta de la guerra de Rusia y las elecciones de medio mandato en menos de mes hacen muy previsible que se pierda un movimiento histórico cuyo objetivo es apartar a Irán del arma nuclear.
Creciente tensión con China
El otro gran aliado de Rusia, aunque mucho más sutil y contenido, es China. Eso sí, el gigante asiático no ha traspasado esa línea roja para Bruselas que es apoyar a Moscú con asistencia militar. Los líderes han debatido sobre su relación con Pekín cerca de tres horas, pero no han sellado una declaración conjunta sobre ello. Tampoco estaba previsto. La visión que sale tras el debate la ha resumido Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, en la rueda de prensa final: "No podemos ser ingenuos con China, pero tampoco podemos estar en una lógica de confrontación sistemática".
El yugo y la dependencia energética con Moscú ha sido y es el caballo de Troya de la UE durante esta guerra
Mucho más frontal ha sido Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, que ha advertido de una creciente dinámica de tensiones. "El sistema chino es fundamentalmente diferente del nuestro y somos conscientes de la naturaleza de la rivalidad", ha afirmado la alemana. Cómo abordar la relación con este socio es uno de los quebraderos de cabeza ya desde antes de la guerra. Algunos países como Alemania mantienen relaciones comerciales muy firmes, mientras que otros como Francia esgrimen la necesidad de que la UE desarrolle su propia autonomía estratégica. Una de las lecciones que la guerra de Rusia deja en suelo comunitario es el peligro de no diversificar. El yugo y la dependencia energética con Moscú ha sido y es el caballo de Troya de la UE durante esta guerra. Con este "aprendizaje" de fondo, los europeos están buscando ser más independientes a la hora de producir sus propios micro-chips, tecnologías y materias primas, los tres campos donde China es crecientemente fuerte.
Aunque China está teniendo un rol muy ambiguo en la guerra de Ucrania, los europeos no perdonan que no se haya posicionado claramente en contra. "No olvidaremos a quienes no estén con nosotros en este momento de la historia", afirma Borrell con frecuencia.
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