Este artículo se publicó hace 15 años.
La UE tomó decisiones "sin pruebas claras"
Bruselas limitó los vuelos sobre la base de suposiciones
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"Nos basamos en análisis científicos". La frase, pronunciada ayer por la mañana por el vicepresidente de la Comisión Europea (CE), Siim Kallas, se convirtió por la tarde, tras la decisión de los 27 de relajar la prohibición de volar, en un mantra con el que las aerolíneas reprochan a las instituciones europeas una pésima gestión de la crisis.
Tanto las compañías aéreas como las asociaciones de pilotos criticaron que el cerrojazo a los cielos europeos se basó más en pseudociencia y el terror a un accidente que en datos objetivos. "Lo calificaría como un desastre europeo, porque no nos atuvimos a las cifras ni a los datos", lamentó Giovanni Bisignani, director general de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
Modelos matemáticosLa Comisión reconoció, cinco días después de las primeras complicaciones, que su ciencia eran más bien "suposiciones" y modelos matemáticos desarrollados por un ordenador especializado en Londres. Según Matthias Ruete, director general del departamento de Movilidad y Transporte, "no hay pruebas científicas claras".
Ruete admitió precipitación en las decisiones de las autoridades aéreas y que los cerca de 40 vuelos de prueba realizados en los últimos días habían sido satisfactorios. "Miramos en los motores, en las partes lubricadas y ventanas y no encontramos ni rastro de ceniza", reconoció a la prensa en Bruselas. Las aerolíneas apoyaron esta tesis y criticaron que "no hay correlación entre las matemáticas y la realidad en el aire", según Aage Duenhaupe, portavoz de Lufthansa.
"No encontramos ni rastro de ceniza en los motores", reconoce la UE
Sin embargo, Bruselas reivindica el principio de precaución, que reduce el riesgo, frente a la reapertura en los primeros días del cielo por falta de pruebas definitivas que demandaban las compañías. Los mismos "suficientemente valientes para ignorar el peligro" potencial hubieran "acribillado a las autoridades en caso de accidente", aseguró la CE.
Con propósito de enmienda, los técnicos de Bruselas se disponen a averiguar ahora lo que la ciencia, y no los modelos matemáticos, puede avanzar para prevenir crisis como esta en el futuro. El último gran accidente por ceniza volcánica, que sufrió la compañía British Airways, data de 1982.
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