Este artículo se publicó hace 11 años.
La ultraderecha europea aúna fuerzas contra la UE y la inmigración
La francesa Marine Le Pen convence al holandés Geert Wilders para forjar un frente común, al que ya se han unido otras formaciones, tras las elecciones europeas
Marine Le Pen y Geert Wilders, los líderes de los partidos de extrema derecha en Francia y Holanda, respectivamente, han firmado una alianza para formar un frente ultra común tras las elecciones al Parlamento Europeo del próximo mes de mayo.
Le Pen visitó este miércoles La Haya para acercar posiciones con el Partido de la Libertad holandés. Su objetivo es capitalizar el descontento generalizado ante los políticos tradicionales de cara a las europeas con una propuesta que rechaza una mayor integración en la Unión Europea y que pretende reforzar los controles fronterizos para los inmigrantes.
"Queremos liberarnos del monstruo que supone Europa", declaró Wilders en una rueda de prensa conjunta con Le Pen contra la cual se manifestaron grupos de holandeses con pancartas de "no al racismo". "Estamos obligados a pedir autorización a Bruselas, obligados a tener una moneda única y queremos libertad y soberanía", declaró, por su parte la política francesa, que también visitó el Parlamento holandés invitada por el diputado neerlandés.
Los partidos de los líderes ultras pretenden unificar sus fuerzas tras las elecciones europeas con la formación de un posible grupo conjunto en la Eurocámara a la que Wilders espera "se sumen muchos más partidos". "Sobre la formación de un grupo hablaremos después de las elecciones", puntualizó Wilders, que coincidió con Le Pen en calificar de "histórica" su intención de formar un frente común antiinmigración y en contra de la Unión.
"Queremos liberarnos de la élite de Europa y recuperar nuestra soberanía sobre nuestras fronteras, nuestra economía y nuestras leyes", resaltó Wilders. La líder del Frente Nacional francés agregó que su partido es partidario de "devolver la voz al pueblo" y si fuese necesario organizar "un referéndum para retirarnos de la Unión Europea (UE) y recuperar la soberanía" para Francia.
"Tenemos mucho en común", aclaró Wilders, que a la vez se distanció de declaraciones antisemitas del padre de Marine Le Pen, Jean Marie Le Pen. "Al igual que Marine Le Pen, no comparto declaraciones de su padre, pero ahora estoy hablando con el partido que lidera su hija", dijo Wilders.
El viaje de Le Pen a Holanda es parte de una estrategia para, aparte de reforzar alianzas, hacer que su partido sea más aceptable entre los votantes franceses y conseguir así ser el capitalizador de la creciente insatisfacción hacia la UE. El Frente Nacional francés se alzó en una encuesta el mes pasado como el partido francés con más apoyos para los comicios europeos. Por su parte, la formación xenófoba y anti Islam de Wilders se desplomó en las elecciones generales holandesas del año pasado, pero ahora ha tomado la delantera en las encuestas de opinión, que ya lidera, entre los neerlandeses.
Le Pen invitó a Wilders a un encuentro en París a principio de año para persuadirle para que se uniera a la Alianza Europea por la Libertad, un grupo de partidos que intentan constituirse en un bloque común en el Parlamento Europeo y del que ya forman parte la extrema derecha Vlaams Belang de Bélgica y el Partido antiinmigración por la Libertad de Austria.
El grupo de Wilders, según ha anunciado, esperará a la celebración de las elecciones europeas para decidir si acepta entrar en el grupo, pero visto el acercamiento de este miércoles con Le Pen ya casi parece un hecho. Por otro lado, otras formaciones ultras, como el Partido por la Independencia del Reino Unido, liderado por Nigel Farage, ya ha dejado claro que no se unirá a ninguna alianza que implique sentarse en el Europarlamento en el mismo grupo que el Frente Nacional.
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