Con la navidad encima, la oficina alemana de la organización de ayuda a la infancia Unicef ha caído bajo sospecha de prevaricación. El diario Frankfurter Rundschau informa de que la organización pagó por ejemplo 94.500 euros a un 'asesor externo de personal' con fondos procedentes de donaciones.

Unicef Alemania, que desde hace ya unos años se queja de la disminución de ingresos por donaciones, rechazó ayer la acusación y señaló que ése y otros contratos de asesoría sospechosos 'se refieren a distintos proyectos y servicios normales en el día a día de la organización'.

La Fiscalía de Colonia, en el oeste de Alemania, investiga a Unicef por un 'principio de sospecha' de prevaricación. El gerente de la asociación en Alemania, Dietrich Garlichs, está bajo sospecha de haber pagado con demasiada generosidad a asesores externos. Él rechaza la acusación.

Paraíso para asesores 

El citado diario dice haber tenido acceso a documentos internos de la organización que le permiten hablar de Unicef como 'un paraíso para asesores'. Entre esos papeles, que incluyen una lista de todos los honorarios pagados desde 2005, hay ocho contratos de asesoría por tareas que normalmente las empresas y organizaciones cumplen sin necesidad de ayuda exterior.

Una lista de diez 'generosos' pagos por diversos encargos parecen más elevados de lo normal. Por ejemplo, una empresa cobró 52.000 euros por la puesta en funcionamiento de una intranet, y se le iban a pagar 180.000 euros más por el mantenimiento de la misma.

Siempre según el diario, Unicef pagó en 2005 un honorario de 22.300 euros a un asesor externo de personal sólo para que buscara a un trabajador especializado en internet. Unicef no ha aclarado por qué se consideró incapaz de asumir ella misma esa tarea.