Este artículo se publicó hace 17 años.
Uruguay y Argentina escenifican su enfrentamiento por las papeleras
La decisión del presidente uruguayo de autorizar de forma repentina la puesta en funcionamiento de una planta de celulosa ha provocado una airada reacción argentina.
La tensión entre Argentina y Uruguay por la instalación y entrada en funcionamiento de una planta de celulosa en su frontera ha aflorado hoy durante la XVII cumbre iberoamericana que se celebra en Santiago de Chile, en la que los presidentes de los dos países han sacado a relucir el conflicto.
La decisión del presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, de autorizar de forma repentina en la noche del jueves la puesta en funcionamiento hoy de la planta, provocó una airada reacción argentina y tomó por sorpresa a los participantes en la cumbre, incluida la delegación española, como reconoció el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
Pese a la falta de resultados de las gestiones realizadas, fuentes del Gobierno español aseguraron que España "no ahorrará ni esfuerzos ni energías" para que Argentina y Uruguay puedan alcanzar finalmente un acuerdo. "Siempre trataremos de achicar las diferencias y de ensanchar los acuerdos", subrayaron.
El rey Juan Carlos que hace un año aceptó a petición de ambos países ejercer una labor de buenos oficios para propiciar un acuerdo, hoy se reunió en Santiago de Chile con la presidenta electa argentina, Cristina Fernández Kircher, y después con Vázquez.
Fuentes uruguayas señalaron que Vázquez argumentó su repentina decisión de autorizar el funcionamiento de la planta, instalada en las afueras de la ciudad de Fray Bentos por la actitud adoptada por el presidente saliente argentino, Néstor Kirchner, que saludó en Santiago a los ambientalistas de Gualeguaychú que cortan el puente que une esa localidad con la parte uruguaya, a los que aseguró estar "siempre firme con la causa".
El Gobierno argentino reaccionó hoy a la apertura de la planta expresando su indignación y con críticas a lo que considera "política de hechos consumados de Uruguay". Kirchner aprovechó su intervención en la sesión plenaria de la cumbre para pedir disculpas al Rey, al tiempo que expresó su dolor por el hecho de que el conflicto de las papeleras haya sido introducido (por Uruguay) como tema en la Cumbre Iberoamericana.
"Su Majestad, quiero pedirle disculpas porque en su momento le pedí que facilitara, que mediara" en el conflicto entre Argentina y Uruguay, y ahora este problema se plantea en esta cumbre, dijo Kirchner, que elogió el "tremendo esfuerzo" hecho por el monarca español, que asumió la tarea "sin reparar en los costes que podía tener". Tabaré Vázquez le respondió, minutos después en la misma sesión, que asume "el reto de continuar por el camino del diálogo" para intentar solucionar el conflicto.
Intercambio áspero de opiniones
Posteriormente, y según fuentes argentinas, los dos mandatarios tuvieron un breve y áspero intercambio de opiniones, después de que Vázquez abordará a Kirchner con la intención de darle explicaciones, que el presidente argentino aparentemente rechazó.
Las mismas fuentes afirmaron que Kirchner llegó a decir a su colega uruguayo que con la forma en que decidieron comenzar el funcionamiento de la planta "apuñalaron" a Argentina. El ministro español de Exteriores, que el jueves desplegó un último esfuerzo para intentar acercar las posiciones de ambos países sin éxito, dijo hoy que "corresponde a cada parte juzgar cuál va a ser el futuro"
También aseguró que "España siempre está abierta a ayudar a dos países hermanos y vecinos, como Uruguay y Argentina" y aunque reconoció la sorpresa causada por la decisión uruguaya, manifestó "nuestra voluntad de estar siempre a disponibilidad de las partes".
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