A partir del próximo 1 de junio entrará en vigor una norma por la que los turistas deberán reservar y pagar por visitar la ciudad italiana de Venecia. El acceso se llevará a cabo a través de unos tornos situados en los principales puntos de acceso al centro histórico, según han informado varios medios de comunicación italianos. 

El 5 de agosto el turismo en Venecia alcanzó picos de 85.000 turistas y  de 80.000 el 18. 

Esta medida, fruto de la lucha contra la saturación turística, iba a haber entrado en vigor el 1 de enero, pero su puesta en marcha se ha retrasado con motivo de la pandemia. Comenzará a ensayarse a partir de septiembre en la isla del Tronchetto, donde se ubica el comando de la policía local y  desde donde se controla digitalmente todo el territorio.

La entrada en Venecia, llamada a ser la primera ciudad del mundo con entrada calculada y de pago, se prevé que puede costar entre tres y 10 euros (de 3,5 a 11,7 dólares), según el diario italiano La Stampa, aunque el precio variará en función de la temporada y de la cantidad de turistas que se esperen a lo largo de la jornada. Los residentes estarán exentos de pago, aunque no se descarta que se les obligue a reservar. 

El trámite se efectuará a través de una aplicación o la página web, con un código QR que servirá para pasar los lectores ópticos de los torniquetes, que forman parte un sistema tecnológico que incluye más de 500 cámaras de alta definición que las fuerzas del orden usaron durante el G20 de julio y un centenar de sensores que, a través de teléfonos inteligentes, conectan las redes de la telefonía móvil de quienes están en la ciudad. 

"Una medida inconstitucional y contraria a la legislación europea"

El concejal Marco Gasparinetti opina que se trata de "una medida inconstitucional y contraria a la legislación europea" y considera que una norma así "se podría hacer para un área limitada, como la plaza de San Marcos, pero no para una ciudad entera" y supone "la consagración de Venecia como parque temático". 

"La medida que podría entrar en vigor a partir del verano de 2022 no sirve para programar los flujos, es solo una forma de hacer dinero. Y nosotros los venecianos desobedeceremos, porque no tenemos ninguna intención de dejarnos fichar en nuestro paso por los tornos", ha asegurado el concejal asegurado a La Satmpa.