Fuera de tiempo y en condiciones polémicas. Así fue declarado ayer vencedor de las elecciones presidenciales en Costa de Marfil Alassane Ouattara, el candidato opositor que cuenta con un gran apoyo en el norte del país africano que sufrió una guerra civil entre 2002 y 2004. Los perdedores contestan los resultados y el Consejo Constitucional invalidó, pocas horas después de anunciarse, la victoria de Ouattara.

Candidato de la coalición de la Agrupación de los Hufuetistas para la Democracia y el Desarrollo (RHDP, en sus siglas en francés), Ouattara consiguió, según los resultados difundidos ayer por la Comisión Electoral Independiente (CEI), el 54,1% de los sufragios, mientras que el presidente saliente, Laurent Gbagbo, se quedó en un 45,9%. Pero las cifras son puestas en tela de juicio por los seguidores de Gbagbo: denuncian fraude durante las votaciones del pasado domingo y critican la forma de cómo se desvelaron los resultados. El presidente de la CEI, Youssouf Bakayoko, hizo el anuncio desde un hotel protegido por Naciones Unidas, en vez de hacerlo desde la sede del organismo electoral. Y lo hizo fuera de plazo. El miércoles a medianoche terminaba el límite legal y en cambio no fue hasta el jueves por la tarde que Bakayoko comunicó finalmente los resultados.

Mientras esto sucedía, la televisión nacional marfileña mostraba al presidente del Consejo Constitucional, Paul Yao N'dré, diciendo que asumía la responsabilidad del anuncio de los resultados y que se daba un margen de siete días para estudiar las reclamaciones presentadas. Horas más tarde, N'dré aseguró que los resultados oficiales serán anunciados por el Consejo Constitucional y que este no consideraba 'válidas' las cifras de la CEI.

Se anuncia una batalla legal mientras la alegría, la indignación y sobretodo la confusión se apoderan del país. Ayer, cuatro personas murieron y otras 41 resultaron heridas tras un ataque a una sede del partido de Ouattara de Abiyán. Según un portavoz de la oposición, el ataque de hombres con armas automáticas se produjo en la noche del miércoles en el barrio de Yopougon, lo que ha hecho aumentar el temor a la violencia en el país. El ejército declaró por la noche que había cerrado las fronteras del país.