Este artículo se publicó hace 16 años.
La victoria de Romney abre el abanico republicano
El mormón multimillonario se impone a McCain en Michigan.
Isabel Piquer
Pinto, pinto, gorgorito. Como sigan así, los republicanos van a tener que recurrir a nuevos métodos para elegir a su candidato en estas primarias.
La victoria el martes en Michigan del millonario y ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney ha confirmado lo que se temía: los conservadores no saben a quién votar.
El pastor baptista Mike Huckabee en Iowa, el veterano de guerra John McCain en New Hampshire y ahora el símbolo del establishment en Michigan.
Tres etapas, tres ganadores, tres personalidades totalmente distintas que representan tendencias muy variadas en un partido que lucha por encontrarse y asumir el controvertido legado de ocho años de presidencia de George Bush.
La victoria de Romney le mantiene en la carrera tras sus dos primeras derrotas. El candidato estaba tan contento que apareció despeinado. Romney ganó a McCain por nueve puntos (39% contra 30% y 16% para Huckabee) prometiendo sacar de la crisis a la cuna de la industria automovilística de EEUU y recordando que su padre fue gobernador en los 60 y presidente de American Motors.
Sus asesores aseguran que es una señal esperanzadora: Michigan es un estado mucho más representativo que Iowa y New Hampshire y Romney ha conseguido buenos resultados, invocando la memoria del difunto presidente Ronald Reagan, en el electorado tradicional conservador.
Pero ahí no es donde se libra la batalla por los votos. “Dependemos de los republicanos, los demócratas, los independientes, los libertarios, los vegetarianos y los trotskistas”, dijo McCain, que hizo campaña con el ex candidato demócrata a la vicepresidencia y ahora senador independiente Joseph Lieberman, “Nadie ha ganado unas elecciones en este siglo sólo con los miembros de su partido”.
¿Cómo se trasladará todo esto en Carolina del Sur y en Nevada? Nadie sabe. Las siguientes etapas de las primarias, este sábado, son escenarios totalmente distintos de los anteriores e imperan otras prioridades. En Michigan fue la economía, en Carolina serán los valores: los religiosos, que encarna Huckabee, y los militares, al albergar muchas instalaciones del Ejército, que representa McCain.
Igualdad en Carolina del Sur
Los dos están casi empatados, con una ligera ventaja para McCain (29% contra 23% para Huckabee según Reuters) pero el senador por Arizona no puede confiarse. Perdió en Carolina del Sur en 2000.
Si vuelve a perder, sus aspiraciones presidenciales estarán en un serio aprieto. Lo mismo para el escasamente representativo Fred Thompson, que sin duda abandonará la maratón si no consigue recordar que además ser fiscal en Ley y el orden fue senador por Tennessee durante nueve años.
Huckabee, que se presenta como el “primero en el sur”, juega en territorio amigo y espera apelar a su base evangelista.
¿Y qué pasa con Rudolph Giuliani? De momento sigue desaparecido (quedó sexto en Michigan), cocinando lo que espera sea su llegada triunfal en Florida, el próximo día 29. Si gana, dejará a los republicanos aún más confundidos, rezando para que las primarias del 5 de febrero, el super martes, despejen el paisaje.
Obama y Clinton hacen las paces en el tema racial
“Hillary tiene razón”. “Lo que Barack dijo y lo que John y yo también decimos”. “Todos estamos de acuerdo”. Parecían otros. Los candidatos demócratas lucieron sus mejores modales en un debate televisivo en Las Vegas, en vísperas del caucus demócrata del sábado.
La campaña de estos días ha servido para bajar el tono de unos ataques sobre el tema tabú de la raza.
Clinton se disculpó por los exabruptos de sus asesores sobre el legado de Martin Luther King Jr y Obama pidió disculpas por el comentario que hizo sobre el índice de “simpatía” de la candidata.
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