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Vigilias y protestas en Portugal contra el cierre de las urgencias

Asociaciones de médicos y ciudadanos, indignados ante los recortes en Sanidad

EFE

El cierre de servicios de urgencias y centros de salud durante varias horas al día en Portugal ha sido recibido con indignación por asociaciones de médicos y ciudadanos, que realizan vigilias y protestas para mostrar su rechazo.

El último caso se ha producido en el Hospital dos Covoes, en el municipio de Coimbra (en la zona centro del país), cuya área de urgencias dejará de funcionar a partir de las ocho de la tarde de hoy hasta las nueve de la mañana del miércoles.

Organizaciones profesionales de médicos y enfermeros, sindicatos y el Movimiento de los Usuarios de los Servicios Públicos (MUSP) han protestado por la decisión, que se enmarca en la política de contención del gasto público adoptada por el Gobierno luso para reducir su déficit.

La 'reorganización de los servicios sanitarios' es uno de los objetivos marcados en el acuerdo alcanzado por las autoridades lusas con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio del rescate financiero de Portugal, en el que el país se comprometió a 'mejorar la eficiencia' del sistema público de salud. En este sentido el Gobierno ya aprobó una subida de las 'tasas', lo que en la práctica encarece las visitas al médico en un país donde la sanidad pública es de copago entre el Estado y el usuario.

El descontento generado en Coimbra por la decisión se reflejó en la celebración de una vigilia nocturna durante el pasado fin de semana a las puertas del Hospital de Covoes en la que participaron decenas de personas, muchas de ellas con velas. También se ha lanzado una campaña de recogida de firmas para intentar que el cierre de los servicios de urgencias durante trece horas diarias sea debatido en el Parlamento luso.

'Se están quitando servicios con medidas que limitan el acceso a la Sanidad. Especialmente graves son las consecuencias para quienes viven en municipios donde el transporte público es escaso o inexistente, y que en muchos casos se ven obligados a recorrer largas distancias', advirtió Carlos Braga, portavoz del Movimiento de Usuarios de Servicios Públicos (MUSP).

Braga recordó que casos similares al de Coimbra se han registrado ya por diferentes puntos del país, también en la capital, Lisboa, donde recientemente cerraron las urgencias del Hospital Curry Cabral y el área de Maternidad del Alfredo da Costa.

A mediados de abril, el MUSP organizó una manifestación en varias ciudades lusas para protestar por los recortes en sanidad a la que asistieron miles de personas para reivindicar 'los derechos de los ciudadanos y rechazar una política meramente economicista', en palabras de su portavoz.

'La situación es grave para colectivos como el de los enfermos crónicos, por ejemplo, que tienen necesidad de recurrir con frecuencia a urgencias y esta decisión afecta a sus condiciones de vida', subrayó Braga. También denunció que el aumento de las tasas moderadoras ha acabado por dificultar el acceso a los servicios de salud de las personas con menores recursos. El Gobierno luso, sin embargo, defiende que en torno a la mitad de la población (10,6 millones de personas) está exenta de pagar las visitas al médico en función de su edad y renta, entre otras variables.

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